17 julio, 2006

El Yunque: Un Testimonio

Por Internet, por mensajería, de boca a boca, por una cantidad creciente de artículos y editoriales, en charlas telefónicas y en conversaciones familiares, la inquietante noticia sobre cómo la extrema derecha de México aglutinada en torno a una agrupación de cofradías secretas, cuyos líderes superiores nunca dan la cara y se están apoderando de México, va cundiendo por todo el país, e inclusive el escándalo creado en torno a este peligro ha traspasado las fronteras convirtiéndose en un tema de interés internacional.

¿Cómo sabemos que hay una conjura en marcha en estos momentos, montada por gente con ideología de extrema derecha para tener bajo su control los destinos de la Nación, aliada con el gran capital y ejerciendo un poder tan extraordinario tras las sombras que ni siquiera la Presidencia de la República escapa de él?

Lo sabemos por testimonios de ex-Yunquistas quienes al darse cuenta de la magnitud y la terrible monstruosidad de la conjura de la cual formaron parte, revestida con un falso catolicismo basado no en el amor pregonado por Jesucristo sino en el odio y la intolerancia llevados al extremo, han decidido romper el silencio, y exponiendo valerosamente sus vidas han descorrido el velo de misterio que cubre a la Organización Nacional del Yunque y a sus creadores, la organización ultrasecreta (bueno, ya no lo es tanto) de ultraderecha "Tecos" de la Universidad Autónoma de Guadalajara.

Un lector escéptico podría responder: "¿Y cómo sé yo que esto no es otra tomada de pelo como el libelo anti-judío Los Protocolos de los Sabios de Sión, el mismo fraude sobre el cual descansa a fin de cuentas toda la ideología de la ultraderecha internacional, incluyendo la ultraderecha mexicana?". La respuesta sencilla es que mientras que el (los) autor (autores) de Los Protocolos de los Sabios de Sión filtró (filtraron) anónimamente aquí y allá sin dar jamás la cara unas cuantas copias de esta fabricación fraudulenta, los testimonios que denuncian las actividades encubiertas de esta temible conjura provienen de gente de carne y hueso que dan la cara, inclusive de gente que no se conoce entre sí dada la gran extensión territorial de la organización, pero que pese a ello coinciden en casi todo (con pequeñas variantes) sobre los rituales practicados por esta sociedad secreta, así como sobre el modo de operar y las enseñanzas e ideologías que en ella se pregonan.

A continuación, se presenta un testimonio de un ex-militante que nos puede ilustrar mejor sobre la enorme tragedia que se cierne sobre México. Este testimonio apareció por vez primera en el periódico A.M. de León, Guanajuato, el 15 de septiembre del 2003, bajo el artículo "Qué es el Yunque" elaborado por Pablo César Carrillo, cargado en Internet con el título "Ultraderecha en el bajío mexicano" por Rogelio Ruiz de la organización IMC-México bajo el siguiente enlace:

http://archives.lists.indymedia.org
/imc-mexico/2003-September/000476.html

Tras su publicación original, estas revelaciones fueron puestas posteriormente por Pablo César Carrillo en Internet en sitios como el siguiente:

http://andorra.indymedia.org
/news/2004/05/1445_comment.php

El texto íntegro del artículo se muestra a continuación sin alteración alguna:

‘Fui reclutado por El Yunque’

El abogado leonés Aarón Soto Martínez, secretario del Colegio de Abogados y ex candidato del PRI a diputado local, cuenta su breve paso por la organización secreta El Yunque. "Yo fui reclutado por el Yunque, me tomaron un juramento en un ritual secreto y decidí que ese no era mi camino", dice.

Dieciocho años después de aquel juramento, Aarón Soto rompe el silencio y demuestra que El Yunque no es una historieta ni es una ficción: El Yunque existe y tienesus cimientos en León.

Periódico AM de Leon, Gto. 15 de Septiembre de 2003
Por PABLO CÉSAR CARRILLO

Gerardo Miguel García
Aarón Soto Martínez

Aarón Soto era un estudiante de la Prepa Oficial, católico, bien portado y popular, con un talento especial para jugar basquetbol. Así que la organización no tardó en detectarlo como un buen prospecto de soldado católico que buscara construir el reino de Dios en la tierra.

"Te invito a un curso de creatividad", le dijo un buen día un maestro conocido como Toño, y Aarón asistió al curso sin saber dónde se metía.

"Al principio era un curso donde hablaban de liderazgo y hacían dinámicas interesantes, y me pareció que me serviría", recuerda.

Ahí conoció a un instructor elocuente y expresivo cuyo nombre era Pablo de la Cruz, un joven bajito que hablaba de la vida con un ánimo admirable, y que usaba historias y frases de filósofos para dar ejemplos de sacrificio y éxito. Esas dinámicas emotivas lo engancharon. Al concluir el curso, Pablo de la Cruz le dio una buena noticia: tres de los muchachos del curso serían invitados a integrarse a un grupo de líderes llamado Blanco y Negro, y él era uno de los afortunados.

"Pablo me dijo que le gustaría que ingresara al grupo de liderazgo y me explicó que se reunían los viernes y sábados con la única intención de prepararse. Las reuniones eran en un departamento localizado en Adolfo López Mateos, muy cerca del parque Hidalgo", platica.

Aarón Soto se presentó al grupo y los instructores comenzaron a hablarle de la necesidad de leer y estudiar para enfrentar las amenazas de la sociedad. Era agosto o septiembre de 1984. "Nos dieron un libro que tenía el título ‘Yo te saludo María’, comenzaron a darnos adoctrinamiento católico y nos decían con insistencia que el comunismo era una falacia", señala.

El joven Aarón se interesó por la reflexión y las lecturas, y estuvo asistiendo durante semanas, sin fallar. Le pidieron mejorar sus hábitos: "Levantarse temprano, no quedarse en la cama más de tres minutos, ser ordenado, aprovechar el tiempo, bendecir los alimentos, hacer una oración a las 12 del día y otra oración antes de dormir".

En seis meses, su instructor Pablo de la Cruz le informó que debido a su buen desempeño podía seguir su preparación en un nivel más avanzado. Dejaba la célula básica de organización conocida como "centro" y le tocaba ingresar a una "rama". Así que su preparación sería desde entonces en el templo de San Francisco de Sales.

Adoctrinamiento

Al templo de San Francisco -ubicado en la calle Alvaro Obregón- todos iban uniformados con un pantalón negro, camisa blanca y corbata negra. Ahí se dio cuenta que el grupo era más grande de lo que creía, y comenzó a conocer a otros integrantes de la organización.

"Ahí conocí a estudiantes de Medicina, de La Salle y del Hispano. Y escuché por primera vez los nombres de Gerardo Mosqueda, Ramón Muñoz, Tomás López, Alfredo Ling, Elías Villegas", dice. Aquellos líderes religiosos aún no eran políticos, pero se preparaban para serlo.

Su capacitación era en lo intelectual y en lo físico.

"Unos días rezábamos el rosario y teníamos ceremonias solemnes, y otros días un instructor nos ponía en el patio a hacer lagartijas, sentadillas y rutinas de esfuerzo físico", comenta Aarón. En ese tiempo, le pidieron asistir a unos cursos de karate en un salón del fraccionamiento Guadalupe. "Mi instructor me dijo que el karate era para saber defendernos, y nos enseñaron a aplicar llaves, dar golpes certeros y a desarmar al enemigo con facilidad", dice.

Aarón aún no entendía de qué se trataba. Pero las lecciones, la disciplina, las lecturas y la interacción con líderes adultos le hacían creer que era algo bueno para su preparación. "Veías hacia el futuro y sentías que estabas preparándote para ser un mejor profesionista y un mejor ser humano", platica.

Al cabo de ocho o nueve meses, el prospecto Aarón Soto fue iniciado en actividades secretas del grupo. Lo invitaron a un campamento de sobrevivencia en Sierra de Lobos.

Hicimos un campamento en la sierra: cada quien hacía su comida, eran sólo huevos cocidos y papas, tomábamos agua del río, y hacíamos mucho ejercicio, tipo militar", comenta. "En las mañanas nos levantábamos muy temprano y marchábamos como un pequeño ejército".

Allá, en la sierra, en medio de miles de robles, lejos de la ciudad, Aarón Soto escuchó una ponencia motivacional que no puede olvidar. El instructor Pablo de la Cruz, rodeado por jóvenes, se subió a una enorme piedra y dio su testimonio de vida: dijo que él tenía problemas en la columna y que había logrado superarlos a base de esfuerzo, explicó que la vida lo había tratado mal pero seguía luchando.

Aarón recuerda muy bien la escena de Pablo, hablando sobre la piedra.

"No me voy a rendir por mis problemas de columna. Voy a seguir luchando. Porque así debe ser el hombre de lucha. Porque me preparo para resistir. Porque hago ejercicio para estar fuerte y resistir el dolor. Porque no puedo vencerme ante el dolor", asegura Aarón que decía. "Mi cuerpo debe ser resistente. Mi cuerpo debe resistir todos los golpes. Yo debo ser como el YUNQUE al ser golpeado. Como el yunque del herrero que no se vence. El yunque que resiste todos los golpes. El yunque que moldea los metales. Todos debemos ser como el yunque al ser golpeado. Nos preparamos para ser como el yunque. ¡Somos como el yuuunque!.

Adiestramiento

Al cabo de un año, Aarón Soto fue invitado a un campamento de adiestramiento en el Colegio Agustino, en Santiago Tianquistenco, Estado de México. Uno de los primeros mensajes del instructor que los recibió fue: "Tenemos una misión: implementar el Gobierno del Señor en la Tierra. Si Gobernación se entera que estamos aquí, nos matan".

El entrenamiento inició con un baño a las 6:00 de la mañana.

"Un silbatazo nos despertó y un instructor gritaba: ¡tienen tres minutos para bañarse! ¡Corran, rápido, todos formados!", narra. "Tuvimos que bañarnos y vestirnos corriendo, y estar listos en el patio en minutos, en una formación militar, todos uniformados. Los que no cumplieron fueron castigados: 50 golpes en el estómago o 30 lagartijas".

Los reclutas venían de todas partes: de Puebla, de Guanajuato, de Chihuahua, de México, de Centroamérica y de Sudamérica. Todos con el mismo perfil: jóvenes de entre 17 y 24 años, educados y católicos.

Un instructor hizo algunas reflexiones que Aarón no recuerda con exactitud. "Nos decía algo así como: somos soldados de Dios, tenemos que luchar contra el socialismo, vamos a construir el reino de Dios en la tierra, vamos a prepararnos para tomar el poder".

La segunda actividad fue el desayuno que inició con la bendición de los alimentos. "Uno de ellos dijo: ‘Señor dales pan a los que tienen hambre, y a los que tenemos pan, danos hambre y sed de justicia’".

Al mediodía, el adiestramiento fue más pesado.

"Nos hicieron recorrer 500 metros pecho tierra. Nos pusieron a correr grandes distancias y marchar con un ritmo muy intenso", señala. En la tarde tuvieron pláticas sobre liderazgo, religión y anticomunismo. Y a las 7:00 de la noche rezaron un rosario de 15 misterios, todos de rodillas. Al concluir el primer día uno de los líderes les advirtió: "No deben comentarle a nadie esto. Ni a sus padres, ni a sus hermanos. Nuestra preparación tiene que ser en secreto. Gobernación tiene infiltrados en todas partes. Nosotros tenemos una misión con el Señor. Si nos descubren, nos matan".

Aarón recuerda que esa noche fue una de las peores de su vida.

"Estábamos dormidos y como a las 4:00 de la mañana nos despertó un ruido estruendoso. Eran balazos y sirenas por todas partes. Se oía cómo se quebraban los vidrios y caían al suelo", platica. "Yo me levanté corriendo y me refugié en una pared. Todos corrían en todas las direcciones, mientras los balazos se oían en la calle". Hasta que de un instante a otro todo quedó en silencio.

"No se escuchaba nada y nadie se atrevía a moverse. Entonces alguien comenzó a gritarnos con un altavoz: ¿Qué les pasa, soldados?, ¡están dormidos!, ¡¿por qué no pusieron una guardia?, pudieron habernos matado, ¿no están atentos o qué?, no podemos distraernos, no podemos dormirnos, no podemos descuidarnos, tenemos que estar siempre alertas, ¡tenemos una misión en la Tierra!".

Esa voz les ordenó hacer filas de inmediato, uniformados en calzoncillos, en la madrugada, con un frío terrible. En eso apareció un joven quejándose, con un brazo roto. "Se había arrojado del segundo piso durante la supuesta balacera, y los jefes lo premiaron por esa acción heroica y de gran valor", platica Soto.

Al amanecer, Aarón Soto quiso escaparse.

"Todo aquello rompió con mi estructura mental: yo me dije ‘no creo que Dios quiera todo esto. No creo que esta sea la forma de defender a Dios’", comenta. Pero finalmente se quedó hasta el final.

El día de la clausura llegaron líderes de todo el país. Esa mañana, desde la formación, Aarón conoció a varios personajes que jamás había visto en su vida. "Uno de ellos era un hombre maduro muy serio, y otro era un hombre de barba y con escaso pelo. Los dos parecían ser importantes. Ahora sé que uno de ellos era Elías Villegas -el mecenas del PAN en Guanajuato- y el otro era Luis Felipe Bravo Mena, el presidente nacional del PAN", dice Aarón, muy seguro. "Me puedo equivocar, pero no lo creo, esos rostros se me quedaron muy grabados".

Juramento

De regreso a casa, le llegó la hora del juramento.

La organización decide "juramentar" a un aspirante cuando considera que ya está adoctrinado y comprometido como para conocer los secretos.

"Un día Pablo me dijo: ‘vamos a ir a una ceremonia muy especial y tienes que ir con ropa nueva’", platica.

"Ese día tomamos un taxi para ir a un departamento localizado en el bulevar Hidalgo, a la altura de la Florida", comenta. Reflexiona un instante. "Antes de entrar, Pablo me dijo: ‘Es una ceremonia muy bonita donde vamos a hacer nuestro juramento a la encomienda que nos tiene el Señor’".

Pablo de la Cruz abrió lentamente la puerta.

"Todo estaba oscuro; era un sala pequeña, había incienso y dos velas grandes al frente. Al fondo había una mesa, con un crucifijo y una Biblia. A mi derecha estaban tres hombres de negro y a la izquierda otros tres, no estoy seguro si estaban encapuchados, pero no recuerdo sus caras. Al frente estaban dos hombres,
esperándome", explica.

Aarón caminó despacio hasta pararse frente a la mesa.

"Todos comenzaron a rezar al unísono, casi gritando, y me quedé impresionado. Era una ceremonia para aterrarse. Me pusieron un brazalete con un símbolo rojo y negro. Todos seguían rezando con intensidad en la penumbra, hasta que un hombre que estaba adelante me dijo: estás aquí para jurar fidelidad a la Organización Nacional del Yunque. Hasta ese momento entendí en dónde estaba: el grupo se llamaba la Organización Nacional del Yunque".

Aarón sujetó el crucifijo con una mano y puso la otra sobre la Biblia.

"El hombre que no vi me hizo jurar lealtad a la organización por encima de mi familia, de mi profesión y de mí mismo. Me bautizaron con el nombre de un santo, pero no recuerdo cuál es. Yo fui repitiendo lo que el hombre me decía. No recuerdo exactamente qué decía, porque yo estaba asombrado, pero fue un juramento que no asimilé. Desde ese momento me sacudió y me pareció que no era correcto", platica.

La ceremonia secreta concluyó y Aarón se retiró sin verles la cara.

Nunca regresó a la organización y decidió olvidarse de ellos.

"Me iban a buscar y me decían ‘hiciste un juramento’. Pero yo me escondí, me negué y no volví a verlos. Yo decidí que no era mi camino". Años después, Aarón entró al PRI y vio a sus antiguos compañeros entrar al PAN. Y casi veinte años después tomaron el poder: están en el Gobierno Municipal, en el Gobierno de Guanajuato y en el Gobierno Federal, como lo tenían planeado: Gerardo Mosqueda llegó a ser el coordinador de Delegaciones de la Secretaría del Trabajo del Gobierno Federal; Tomás López es el director de los Cecytegs de Guanajuato; Alfredo Ling llegó a ser diputado y senador del PAN; Luis Felipe Bravo es el jefe nacional del PAN; y Elías Villegas se mete en la designación de los gobernantes de Guanajuato. Basta decir que aquel oscuro departamento de la calle Hidalgo, donde Aarón Soto hizo su juramento, era propiedad de Ramón Muñoz, el hombre que le habla al oído al presidente Vicente Fox.

Algunas observaciones están en orden:

(1) "Los reclutas venían de todas partes: de Puebla, de Guanajuato, de Chihuahua, de México, de Centroamérica y de Sudamérica. Todos con el mismo perfil: jóvenes de entre 17 y 24 años, educados y católicos". Con estas revelaciones hechas por Aarón Soto Martínez, podemos ver que las actividades del Yunque no están limitadas a México. De México la infiltración se ha ido extendiendo lentamente hacia el Sur, hacia Centroamérica, hacia Sudamérica. Esto le debería de helar la sangre a todos los latinoamericanos desde Guatemala hasta Chile y Argentina, así como a sus respectivos gobiernos que se creían muy alejados de los efectos de lo que está sucediendo en México. Están siendo infiltrados en estos momentos por una fuerza invasora. Están siendo infiltrados por algo que no puede ser tomado menos que como una transnacional del terror. Del mismo modo, varios de los estudiantes extranjeros de otros países que se inscriben para cursar sus carreras profesionales en la Universidad Autónoma de Guadalajara y otras instituciones educativas afines a ésta terminan convirtiéndose en agentes al servicio de esta organización, regresando a sus países de origen para extender los tentáculos del pulpo mucho más allá del alcance ordinario de algo que comenzó en la ciudad de Guadalajara en México desde los tiempos de la Guerra Cristera. Por la naturaleza encubierta de sus operaciones, esta infiltración es algo que ha escapado a la detección que las agencias de seguridad nacional de otros países responsables por proteger a sus respectivos pueblos de amenazas como ésta deberían de haber estado llevando a cabo, detección que se debería haber traducido ya desde hace mucho tiempo en la negación visas de entrada a ciertos estudiantes mexicanos de intercambio o estudiantes graduados de ciertas instituciones educativas mexicanas como la Autónoma de Guadalajara así como a los maestros que laboran en instituciones como ésta en donde se fomenta la causa de la extrema derecha, junto con una advertencia clara a todos sus jóvenes que quieran viajar hasta México para inscribirse en estas instituciones "educativas" poniéndolos al tanto a ellos y a sus padres sobre la realidad de lo que está sucediendo en México.

(2) La ceremonia de la toma del terrible juramento del lealtad que ata a los incautos de por vida con obediencia ciega a esta organización siniestra está diseñada con los mejores efectos teatrales posibles para dejar una huella permanente en los "iniciados", una huella que los marcará por el resto de sus vidas. La garra de los criminales sobre la juventud que logran seducir y aprisionar está cimentada en la fuerza de este abominable juramento de lealtad que se les extrae al momento formal de su ingreso. Desde los "Tecos" de la Universidad Autónoma de Guadalajara hasta la Organización Nacional del Yunque pasando por muchas de sus organizaciones satélites, este es un ingrediente esencial que no puede faltar en los muchos rostros de esta hidra de cien cabezas a lo largo y ancho del territorio nacional.

(3) Aarón Soto Domínguez menciona a varios que pudo reconocer dentro de las tinieblas que envuelven a esta organización: Gerardo Mosqueda, Ramón Muñoz, Tomás López, Alfredo Ling y Elías Villegas. Sin embargo, ahora se sabe que hay otros "más arriba", muchísimo más arriba, hay otros que nunca dan la cara, ligados a los intereses del gran capital en México al cual en cierta forma le ofrecen "protección" manteniendo a los "izquierdistas, socialistas y demás marxistas a raya". Es gente con un enorme poderío concentrado en sus manos, un poderío que se extiende más allá de las fronteras de México. Es gente que en un momento dado puede ordenar el asesinato de otros a través de terceros con la seguridad de que jamás serán tocados. Es gente que opera en la más absoluta impunidad. Y ahora se sabe que el hilo conductor lleva directamente hacia quienes están detrás de la Universidad Autónoma de Guadalajara.

(4) "No deben comentarle a nadie esto. Ni a sus padres, ni a sus hermanos. Nuestra preparación tiene que ser en secreto." Los estudiantes que son "invitados" a afiliarse a estas organizaciones secretas descubren muy pronto, como este testimonio lo indica, que están obligados a ocultarle a sus propios padres su pertenencia en estas causas malditas. Esto lo corrobora Aarón Soto Martínez a quien se lo ordenaron de manera muy específica, al igual que a todos sus demás compañeros inscritos en estos clubs necesitados urgentemente de la ayuda médica que solo los mejores psiquiatras del mundo pueden brindar. Por lo general, los padres de familia casi siempre son los últimos en enterarse de que sus hijos han caído en las garras de esta gente (al igual que como ocurre con los padres de familia cuyos hijos caen en la drogadicción al ser inducidos en estos vicios por gente igualmente ruin y perversa), y cuando lo descubren es como consecuencia directa de que su hijo se metió en graves problemas echándose encima la temida enemistad de estos extremistas por alguna causa tan infantil como el haberle contado a su novia sobre su ingreso a alguno de estos movimientos siniestros. Muchos padres de familia que envían a sus hijos a estudiar a instituciones Lasallistas de Guanajuato o a alguna de las extensiones de la Universidad Anáhuac o a la misma Universidad Autónoma de Guadalajara -el núcleo principal de la ultraderecha mexicana- creen erróneamente que por ser instituciones privadas "católicas" (¿?) sus hijos (e hijas) estarán protegidos, a salvo de la maldad del mundo, sin imaginarse que están exponiendo innecesariamente a sus hijos al mayor peligro que pueda enfrentar un joven mexicano. ¡Tanto dinero metido en el pago de tan altas colegiaturas, para que a fin de cuentas puedan terminar mil veces peor que si los hubieran inscrito en cualquier institución oficial! ¡Ignorando que esta clase de gente es gente de lo peor, gente que al igual que las mafias criminales es capaz de llegar y ha llegado al asesinato!

(5) "Nos enseñaron a aplicar llaves, dar golpes certeros y a desarmar al enemigo con facilidad". Este testimonio dado por Aarón Soto Martínez destaca la disciplina militar tipo Nazi -como la que practicaban las tropas de asalto S.S. de Heinrich Himmler- que se quiere inculcar en los nuevos reclutas, dándoles un entrenamiento en el manejo de armas de fuego y en tácticas de combate. Este entrenamiento corporal intenso no es una regla general, los mismos "Tecos" universitarios que estudian en la Universidad Autónoma de Guadalajara y que no forman parte de las porriles "fuerzas de choque" son sometidos únicamente a un "entrenamiento ideológico constante" a lo largo de varios años -lo cual es un eufemismo para lo que a fin de cuentas no es más que un lento proceso de "lavado de cerebro" como el que practican varias sectas pseudo-religiosas-. Nada hay de cristiano ni católico en todo esto. Aquí no hay ninguna espiritualidad ni nada que pueda ser utilizado para la salvación del alma (en el concepto genuino del cristianismo). Este entrenamiento paramilitar se dá no con la intención de "salvar al mundo" del comunismo soviético (que dicho sea de paso, ya no existe), sino con la intención de enseñar a matar, causando el mayor daño posible al prójimo, se dá con la verdadera intención de despertar en los "iniciados" a ese asesino primitivo que todo ser humano lleva por dentro (con la ayuda de la ideología extremista impartida a través de la propaganda se encarga de encaminar previamente mentalmente a los miembros de nuevo ingreso por esta vereda de odio puro). Ya desde sus inicios, al momento de ingresar a estos templos de maldad, se está tratando de despertar la proclividad hacia los instintos más bajos de odio y rencor que todo ser humano lucha en mayor o menor grado por contener. Se trata de soltar a ese monstruo horrendo dejándolo libre, sin ataduras de ninguna especie. Se trata de convertir a Anakin Skywalker en Darth Vader, pero en la vida real. Es la misma degradación, es el mismo envilecimiento por el cual pasaron millones de alemanes que terminaron vendiéndole su alma al Diablo, un Diablo que les presentó promesas luminosas tales como la creación de una "raza superior" en la que el hombre prescinde por completo del concepto de Dios, promesas tales como la creación de un imperio que duraría "mil años", promesas tales como la creación ilimitada de riquezas y bienes materiales, sólo para terminar todo en una estela de destrucción y muerte como Alemania y Europa jamás habían experimentado en toda su historia.

(6) "Vamos a prepararnos para tomar el poder". Por más que se proclamen a sí mismas como católicas, por más que se proclamen como cristianas, estas organizaciones criminales van tras el poder político, van tras el poder terrenal, van tras la cosa material, lo que llaman muy convenientemente a su manera "el reino de Dios en la tierra", y lo confirman cuando dicen cosas como estas. Nada hay de espiritual en sus intenciones finales. "Los de abajo", la gente "pequeña", los que están dispuestos a sacrificarse por ellos, los que al final sólo terminan recibiendo migajas del botín, sólo son carne de cañón para los cerebros situados en los estratos superiores, sólo son "tontos útiles". Pero esto no lo puede ver la mayoría de los militantes de base, cegados como están por la propaganda desquiciante con la que se les ha enajenado sus mentes.

(7) Todo lo que ocurre en las filiales estudiantiles de estas sociedades clandestinas ocurre con el pleno conocimiento, el pleno consentimiento y el aval más entusiasta de las autoridades universitarias y de los departamentos de servicios académicos de los colegios particulares que las fomentan y las usan como una red de "soplones" (¡sin paga alguna!) al servicio de los dueños de estos negocios "educativos", motivo por el cual es una pérdida inútil de tiempo para cualquier padre de familia el irse a quejar ante la dirección escolar por alguna amenaza o alguna agresión de que haya sido víctima su hijo(a). Es como querer ir con el Diablo para quejarse ante él por alguna maldad que están haciendo sus demonios. En las palabras de un padre de familia sumamente decepcionado y desilusionado que tuvo una muy mala experiencia con ellos: "Lo único que se puede hacer es mentarles la madre, sacar al hijo de la institución, y buscar otra opción educativa en la cual se le enseñe al alumno única y exclusivamente lo que aparece en el plan de estudios". Esto además de correr la voz entre amigos y conocidos sobre lo que realmente se está maquinando detrás de estas sucursales del Infierno. Cada estudiante injustamente expulsado o agredido físicamente se puede convertir -y muchos se han convertido ya- en un vocero valioso para descorrer el velo de misterio que envuelve las verdaderas intenciones de estos adoradores del Nazismo "a la mexicana".

(8) ¿Fue el mismo Vicente Fox, convertido en el Presidente de México a partir del 2000, uno de los iniciados dentro de esta terrible organización desde antes de que incursionara en la política, desde antes inclusive de que fuera Gobernador de Guanajuato? Si lo es, entonces ha sido un secreto extraordinariamente bien guardado, que de ser cierto y de haberse sabido antes de las elecciones celebradas en el 2000, le habría costado a la ultraderecha mexicana sus mejores posibilidades de acceder al poder tras el deterioro del PRI. Pero también es cierto que la divulgación de un secreto de este calibre tendría que ser pagada con un gran derramamiento de sangre, porque así es como opera esta gente. Los estratos superiores pertenecen a gente despiadada carente de compasión y misericordia, para quienes la vida humana carece de valor alguno. Sí, recurren mucho a la religión, y su coto de reclutamiento predilecto lo son los jóvenes católicos, pero esto no signifique que en el mando superior poseean virtud cristiana alguna como la gran mayoría de sus ilusos seguidores supone.

El mismo periódico A.M. que publicó valerosamente el anterior testimonio ha publicado otros artículos haciendo nuevas revelaciones sobre lo que está ocurriendo a espaldas de los mexicanos. Ha denunciado la preocupación manifiesta de conocidos diputados estatales sobre el espionaje Yunquista que se está extendiendo a todas las esferas de la vida política, el cinismo con el cual los líderes panistas pretenden negar la terrible realidad del Yunque, las denuncias del Subcomandante Marcos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en contra del Yunque, y la intromisión Yunquista en las elecciones presidenciales del 2006.

Con el triunfo dudoso de Felipe Calderón en el 2006, respaldado por las fuerzas secretas que quieren controlar a México, la cosa se está poniendo más dura de lo que prominentes analistas suponían que se pondría. Y si muchos están empezando a aceptar por fin -aunque tardíamente- que todo esto es algo terrible, lo único que se les puede recalcar aquí es que: la cosa está mil veces peor de lo que suponen. Parece que lo peor está por venir.

11 julio, 2006

Infiltración

¿De dónde toma la extrema derecha mexicana sus ideas para llevar a cabo su propia guerra secreta?

De su propia propaganda.

En la introducción de su libro "Infiltración Mundial":





el máximo propagandista de la extrema derecha en México, Salvador Borrego, dice lo siguiente:

En la Segunda Guerra Mundial apareció como nueva arma (muy superior al antiguo espionaje) el movimiento secreto de infiltración. Consistía en funcionarios y militares que teóricamente combatían en favor de Alemania, pero cuya meta real era derrotarla "por dentro".

También se relata aquí el inicio del Marxismo. Esto parecería extemporáneo, pero no es así por que el marxismo no está liquidado. La Revolución Mundial lo acoge maternalmente y lo sigue avalando como "Ideología respetable".

Infiltración Mundial, junto con Derrota Mundial lleva al conocimiento preciso de las fuerzas que han venido conduciendo la actual descomposición mundial.

Este Libro relata los inicios del marxismo-leninismo. Parecería extemporáneo, pero no es así porque el marxismo no está liquidado. Lo acoge maternalmente la Revolución Mundial y lo avala como "ideología" respetable.

Aún hoy persiste la propaganda para engañar a la juventud con leyendas sobre el marxismo, en las que se le absuelve de las infamias que sufrieron veintenas de pueblos, desde el ruso hasta el polaco, el húngaro, el checoslovaco, el cubano y etc.


El libro "Infiltración Mundial" parte del supuesto de que casi todos los alemanes que se opusieron al régimen de terror de Hitler -el campeón indiscutible de la ultraderecha mexicana-, especialmente aquellos que casi lograron matarlo con el fallido atentado del 20 de julio de 1944, salvo contadas excepciones necesariamente tenían que ser judíos camuflajeados como alemanes, y aunque Salvador Borrego no presenta ni una sola prueba documental que avale sus fantasías, de cualquier modo barre parejo pretendiendo haber "descubierto" sentado cómodamente desde su escritorio cosas que ni siquiera la terrible policía secreta Gestapo pudo obtener después de muchas horas de suplicio aplicando los más dolorosos tormentos concebibles a los sublevados, como en el caso del almirante Wilhelm Canaris a quien por insinuaciones e indirectas Salvador Borrego trata de perfilar como un judío pese a que ningún historiador alemán lo reconoce como tal, pese a que ningún historiador judío lo reconoce como tal, y pese a que los mismos verdugos de Heinrich Himmler tampoco lograron arrancarle alguna relación con judío alguno pese a que casi lo matan en los interrogatorios. La investigación Nazi sobre Wilhelm Canaris se supone que fue tan extensa antes de matarlo que si hubiera tenido algún tatarabuelo judío, sin lugar a dudas se lo habrían descubierto y hubieran usado tal dato en su propaganda.

El 98% de lo que contiene el libro "Infiltración Mundial" (y lo mismo se puede decir del voluminoso libro "Derrota Mundial" del mismo autor) son los mismos datos que podemos encontrar en cualquier buen libro de historia sobre la Segunda Guerra Mundial, para lo cual Salvador Borrego no aporta nada nuevo que no se conociera de antemano, mientras que el 2% restante es propaganda típica de la ultraderecha mexicana intercalada por el autor, sugiriendo aquí y allá -sin presentar pruebas- que tal o cual espía o que tal o cual enemigo de Hitler era judío. Sin lugar a dudas un dictador que ya estaba enviando a millones de judíos a los campos de exterminio no esperaría encontrar muchas simpatías entre las comunidades judías de Europa, pero de ello a afirmar que tal o cual enemigo de Hitler era judío por el solo hecho de ser enemigo de Hitler hay un gran salto cuántico que solo puede ser dado como un gran acto de fé fanática o mediante una gran cantidad de evidencia documental incuestionable que de haber existido debería haber ocupado ese 98% del libro malgastado en repetir inútilmente lo que cualquier estudiante puede encontrar en la biblioteca de su escuela o en Internet sobre la Segunda Guera Mundial.

Ya dentro del libro, el lector se dá cuenta conforme avanza en su lectura de que el propagandista Salvador Borrego va dando rienda suelta a sus acusaciones de siempre. "Los inicios del marxismo-leninismo" a los que alude, "las fuerzas que han venido conduciendo la actual descomposición mundial" no son más que el mismo alegato trillado en exceso sobre la supuesta existencia de una magistral conspiración urdida por todos los judíos alrededor del planeta ayudados por todos los izquierdistas del mundo entero y también por todos los adherentes a las logias masónicas para la conquista del mundo (inclusive, se llega al extremo de involucrar también en la conspiración a miembros de organizaciones sociales tales como los Rotarios o los miembros del Club de Leones, y hasta a las asociaciones cristianas de jóvenes conocidas como las YMCA). Es lo mismo de siempre, el mismo tema paranoico, sin variación alguna.

En la mentalidad del típico ultraderechista mexicano, su lema es: "Si ellos lo hacen, ¿por qué yo no?", "Si ellos infiltran, ¿por qué yo no?", "Si ellos traicionan a otros en aras de sus propios intereses, ¿por qué yo no?", "Si ellos fabrican falsedades y distorsionan la realidad histórica con el fin de ganar adeptos para su causa, ¿por qué yo no?", "Si ellos buscan el poder absoluto, el poder total, ¿por qué yo no?", "Si ellos trabajan al amparo de las sombras, ocultando sus verdaderas intenciones, ¿por qué yo no?"

De este modo, todos los libros y manuales elaborados para consumo de quienes militan en estos movimientos clandestinos terminan siendo utilizados como manuales de entrenamiento sobre lo que se debe de hacer para conquistar el poder sin perderlo de la manera como le ocurrió a los Nazis de Alemania.

La Organización Nacional del Yunque, recibiendo directivas directas de sus creadores los "Tecos" de la Universidad Autónoma de Guadalajara, es la mejor prueba de ello. En lugar de fundar su propio partido político, algo así como el "Partido Nacional del Yunque" o el "Partido Nacionalista Mexicano", usando organizaciones satélite como el DHIAC (Desarrollo Humano Integral y Acción Directa) se dedicaron a infiltrar al Partido Acción Nacional para allegarse de sus recursos, apoderándose de él y usándolo como instrumento para la conquista del poder en México. Esto fue lo que sucedió en las elecciones presidenciales del 2000 y se vió refrendado nuevamente en las elecciones presidenciales del 2006. Se sabe a ciencia cierta que cuando el PAN experimentó un enorme auge al empezar la década de los ochentas, ya había estudiantes y graduados de la Universidad Autónoma de Guadalajara (así como ex-Sinarquistas e hijos de ex-combatientes de la Guerra Cristera) repartiendo sigilosamente propaganda que al hablar sobre el marxismo-leninismo hablaban también sobre la existencia de una supuesta "gran conspiración judía" para el dominio mundial, igualando ambas cosas en su totalidad. Dentro del PAN ya saben de quiénes se trata.

Pero no sólo el PAN fue víctima de esta infiltración para la cual no estaba preparado. También otros partidos políticos fueron penetrados sigilosamente por gente cuyas intenciones reales no eran el promover la plataforma socio-económica propuesta por tal o cual partido, sino el irse apoderando de los recursos ajenos o el propiciar la destrucción del partido fomentando la traición entre sus propias filas. Un ejemplo claro de un traidor laborando dentro del Partido Revolucionario Institucional, trabajando por dentro para sabotear las posibilidades de que el PRI pudiera regresar a la Presidencia de la República -convertiéndose en un factor de riesgo en el 2006 para la extrema derecha posesionada del gobierno federal-, lo es claramente la controvertida "maestra" Elba Esther Gordillo Morales:





, la dirigente nacional del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE). Todo lo que es ella, toda su enorme fortuna personal, toda su fuerza política, todo, absolutamente todo, se lo debe al Partido Revolucionario Institucional. Sin el PRI, ella habría sido un cero a la izquierda, relegada quizá a ser realmente una maestra de Primaria en alguna zona rural en algún estado del Sur, viviendo una vida mucho más modesta. Sin embargo, en las elecciones presidenciales del 2006, en la hora crucial para definir lealtades hacia su pesebre, ella no tuvo ningún empacho en sabotear abiertamente las posibilidades del PRI de poder regresar a la Presidencia de México, poniéndose del lado del PAN a grado tal que el mismo Yunquista máximo dentro del PAN, Manuel Espino, estuvo negociando con ella para concretar "acuerdos" cuyos detalles precisos sólo los conocen ellos mismos, ocurriendo todo después de que el mismo vicecoordinador panista en la Cámara de Diputados, Juan Molinar Horcasitas ya había señalado que el Partido Acción Nacional estaba dispuesto a recibirla con los brazos abiertos en sus filas, si la lideresa del magisterio nacional decidía abandonar el PRI. Cuando en el PRI se dieron cuenta de las verdaderas lealtades de Elba Esther Gordillo, reaccionando quizá demasiado tarde tomaron la decisión de suspenderla en sus derechos políticos después de que dos meses antes ésta ya se había separado de su cargo como presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del PRI (en septiembre del 2005), ya para entonces era demasiado tarde. Ya había causado un daño enorme dentro del partido que le había dado cobijo. Y aún lo seguiría causando, pero sin salirse del PRI, apoyando decididamente tras bambalinas al Partido Nueva Alianza. La traición de Elba Esther Gordillo sin lugar a dudas jugó un papel fundamental para relegar al partido que le había dado cobijo a un tercer lugar tanto en las elecciones presidenciales como en las elecciones para la renovación de diputados y senadores en el Congreso de la Unión. Todo esto, se repite, funcionó a fin de cuentas a favor de los intereses del candidato de la extrema derecha panista, Felipe Calderón; nunca antes en la historia de México se había dado el caso de que una persona dentro de un partido trabajara decididamente a favor de los intereses de un partido contrario como lo hizo Elba Esther Gordillo. (Elba Esther Gordillo tras más de 30 años de militancia fue expulsada del PRI el 13 de julio del 2006, al encontrársele culpable de haber incurrido en actos de traición en contra de dicho instituto político.) Pero al menos ella lo hizo abiertamente sin ocultar sus intenciones. Fue usada por la Organización Nacional del Yunque sin ser adherente de esta organización extremista. El caso que más debe preocupar a cualquier mexicano es el de aquellos que sí están afiliados en secreto al Yunque y que ocultan en todo momento esta adherencia fingiendo estar laborando a favor de cierta causa cuando en realidad sus lealtades son otras, tal y como acostumbran hacerlo los ultrafanáticos afiliados al Yunque.

¿Llegó también la infiltración del Yunque a los estratos superiores del Partido de la Revolución Democrática, en donde estarían en mejores condiciones de poder sabotear las esperanzas que Andrés Manuel López Obrador tenía para llevar a cabo un cambio en el modelo socio-económico del país dándole a las políticas del gobierno una orientación social en lugar de la depredadora orientación neo-liberal culpable de la expulsión de medio millón de mexicanos al año hacia los Estados Unidos por la falta de empleos en México? Es muy probable que los enemigos más peligrosos que tuvo el candidato de la izquierda no fueron aquellos que daban la cara abiertamente, sino aquellos que, infiltrados en los estratos superiores dentro de su partido, actuaron bajo órdenes directas de hacer todo lo posible a su alcance para sabotear su campaña y sus esperanzas de llegar a la Presidencia de México. Para la extrema derecha, había que impedir a toda costa por cualquier medio posible la posibilidad de que López Obrador pudiera llegar a la Presidencia, ya que de suceder esto la consecuencia inmediata sería en la expulsión de la extrema derecha del gobierno federal. Al respecto, sobre la terrible posibilidad de que López Obrador haya tenido traidores cercanos a él que deliberadamente lo estuvieron malaconsejando, que deliberadamente lo estuvieron saboteando, que deliberadamente estuvieron poniendo al tanto al Yunquista líder nacional del PAN Manuel Espino sobre las tácticas y estrategias de campaña que tenía planeadas adoptar el Partido de la Revolución Democrática, queda para nuestra reflexión un artículo elaborado por el conocido analista Sergio Sarmiento en su columna "Jaque Mate" publicada el 11 de julio del 2006, bajo el título "El Complot", en la cual dice lo siguiente:

Pero quizá López Obrador debería volver también la vista a su equipo de trabajo para identificar a aquellos traidores que estuvieron cercanos a él y que sin duda ayudaron a que la conspiración tuviera éxito. Efectivamente, hay indicios de que gente del propio entorno del candidato lo traicionó y lo llevó a perder una elección que, al comenzar la campaña, él tenía en el bolsillo.

¿Quién o quiénes, por ejemplo, fueron los colaboradores que convencieron a López Obrador en las semanas previas a la elección de que todas las encuestas que se dieron a conocer públicamente estaban cuchareadas y en cambio había una encuesta que le daba 10 puntos de ventaja, los cuales se habrían traducido en 4 millones de votos? ¿Por qué ocultaron el nombre del encargado de esa encuesta y la metodología que utilizó? ¿Querían, acaso, que el candidato perredista bajara la guardia, convenciéndolo de su triunfo seguro en una contienda que en realidad se estaba cerrando? ¿Buscaban de esta manera facilitar su derrota?

¿Quién fue el traidor que convenció a López Obrador de no participar en el primer debate entre los candidatos presidenciales? En una elección tan cerrada, esta oportunidad perdida bien puedo ser una de las razones de la derrota final.

¿Quién en el equipo cercano a López Obrador convenció al candidato de llamar "chachalaca" al presidente Fox? Y después de que quedó en claro que esto había sido un error, que llevaba a un rechazo por parte de un segmento muy importante de la población, ¿quién insistió entre sus asesores que el candidato debía seguir llamando chachalaca al mandatario frente a todas las cámaras y los micrófonos de los reporteros? ¿Quién le dijo a López Obrador que debía decir "cha-cha-la-ca" despacito, "para que se entienda bien", ante los medios de comunicación? ¿Sabía este asesor que le estaba haciendo perder a su candidato cientos de miles, quizá millones, de votos en una elección que distaba de haber terminado?

¿Quién le dijo a López Obrador el mismo día de la elección que estaba arriba en el resultado por 500 mil votos? ¿Dónde están las encuestas que supuestamente respaldaron esta afirmación? ¿Por qué ni el PREP, ni el conteo oficial de actas, mostraron esa ventaja? ¿Por qué ni siquiera la exhiben las actas en poder del PRD?

Hay buenas razones para pensar que, efectivamente, hubo una conspiración en contra de López Obrador. Pero quienes participaron en esta conspiración son en buena medida aquellos que se encuentran cercanos al candidato. Sólo de esta manera puede entenderse que una ventaja que supuestamente alcanzaba los cuatro millones de votos se haya desvanecido de la manera en que lo hizo.

López Obrador tiene formas de revertir la conspiración de los enemigos externos. Las leyes electorales, después de todo, le permiten impugnar los resultados de las casillas que puedan tener irregularidades. Mucho más difícil será, sin embargo, contrarrestar a esos enemigos internos que hicieron que se esfumara una ventaja muy amplia que, de haberse conservado, le habría permitido ser en estos momentos el ganador indiscutible de la elección más reñida en toda la historia de nuestro país. Contra ellos debería estar especialmente furioso López Obrador.


Quizá sin proponérselo, Sergio Sarmiento parece haber dado justo en el clavo.

A lo ya mencionado por Sergio Sarmiento, agregaremos un incidente más de lo que parece haber sido una trampa bien tendida para hacer quedar públicamente en ridículo a López Obrador restándole credibilidad ante la opinión pública en momentos en los cuales la credibilidad es el activo más valioso. Se trata de la videograbación sobre lo que supuestamente ocurrió en la casilla 2227 contigua de Cerro Gordo, en el distrito federal electoral de Salamanca, en el estado de Guanajuato, en ese semillero de Sinarquistas que terminaron afiliándose en masa al panismo con el beneplácito del Yunque. En esa casilla electoral, el representante de la coalición "Por el Bien de Todos", Luis Alberto Barrón Valle, videograbó lo que parecía una operación de embarazo de urnas llevada a cabo por el presidente de la casilla Juan Gilberto Castro Razo, denunciada posteriormente por López Obrador el lunes 10 de julio del 2006 ante una conferencia de prensa:





Sin embargo, tras la conferencia de prensa, a través de los medios de comunicación se estuvo haciendo la aclaración de que la operación no había sido ningún embarazo de urnas, sino una simple reubicación de boletas electorales que habían sido mal depositadas, pues correspondían a la urna para la elección de Diputados y no a la urna para la elección de Presidente en donde fueron colocadas, e inclusive la representante del PRD ante esa casilla, Juliana Barrón Vallejo, avaló con su propia firma los resultados y lo que quedó consignado en el acta del conteo oficial. Pero Luis Alberto Barrón Valle no sólo videograbó lo que ocurrió en la casilla, sino que tras esto consintió y plasmó su firma en el acta de la casilla 2227 sin hacer constar, en ningún espacio de la misma, su protesta . Esto lo podemos ver claramente en la foto arriba mostrada. Y tras esto, envió la videograbación al equipo de campaña de López Obrador argumentando que lo que allí se estaba documentando era una operación de "embarazo de urnas". ¡Y le creyeron!

Obsérvese también otro detalle interesante en los nombres: la representante del PRD que avaló con su firma la limpieza y transparencia del proceso electoral en la casilla 2227 al extremo de decir -en declaraciones hechas a EL NOTICIERO de Televisa- "Cuando se vació la primera urna que salieron de otra es que, yo creo que los que votaron se confundieron de color de las urnas y pusieron boletas en otra urna y lo que pasó es que los regresamos a su urna. Él (Juan Gilberto Castro Razo) dijo que los iba a poner en su urna, todos los representantes dijimos que sí, todos lo vieron, no hubo nada, porque si estuviera algo mal yo no iba a firmar nada, pero como todo estaba bien, todo legal, por eso firmé" se llama Juliana Barrón Vallejo (de acuerdo con la información proporcionada por el IFE a los medios), mientras que la persona que llevó a cabo la videograbación se llama Luis Alberto Barrón Valle (de acuerdo con la información publicada en varios medios). ¿Coincidencia extraordinaria, o prueba de una relación de parentesco directo? Si suponemos lo último, entonces aquí hay algo extremadamente raro, porque uno firma avalando la transparencia del proceso, mientras que el otro videograba las escenas del proceso con el fin de documentar todo lo contrario, un delito electoral, con la intención obvia de que sea denunciado por López Obrador ante los medios. Hasta un observador neutral que se ponga a repasar estos hechos tiene que llegar eventualmente a una pregunta inquietante: ¿Qué es lo que realmente sucedió aquí?

Al presentar su denuncia ante los medios, López Obrador actuó de buena fé creyendo que la información que se le había hecho llegar era información confiable. ¿Por qué razón habría de mentir deliberadamente dándole credibilidad ante los medios a algo que él mismo ya supiera de antemano que al ser expuesto lo haría quedar en ridículo?

Si lo que hizo el presidente de la casilla 2227 fue simplemente pasar boletas para Diputados y Senadores que habían sido colocadas por error en la urna para Presidente (lo cual está permitido por la ley, según lo estipula el artículo 231 del Código Federal Electoral), con el aval de los demás funcionarios y representantes de partido incluyendo al mismo Luis Alberto Barrón Valle, entonces ... ¿cuál fue la verdadera intención de éste último al remitir su video como una "prueba" de un presunto embarazo de urnas llevado a cabo en dicha casilla a sabiendas de que tal cosa no había ocurrido? ¿Por qué incurrió deliberadamente en este acto a sabiendas de que si López Obrador mordía el anzuelo y caía en la trampa el escándalo resultante terminaría siendo manipulado propagandísticamente por el Partido Acción Nacional como a fin de cuentas ocurrió? ¿Es Luis Alberto Barrón Valle un infiltrado al servicio del Yunque?

El incidente de la videograbación de lo ocurrido en la casilla 2227 contigua de Cerro Gordo es excepcional porque permite ponerle nombre y rostro a un presunto sospechoso, algo que no se dá con frecuencia. Y ciertamente, con un buen interrogatorio sin necesidad de recurrir a los métodos tan favorecidos por los Nazis y la Santa Inquisición aquí se podría llegar hasta el fondo del asunto. De cualquier modo, esto no bastaría para borrar el daño hecho en contra de la credibilidad pública de López Obrador. El único valor que podría tener el extraerle la verdad al sospechoso es que, de confirmarse que nunca fue un perredista de corazón, de confirmarse que nunca estuvo de lado de López Obrador, de confirmarse que sus lealtades siempre estuvieron del lado contrario, habría motivos para suponer que no se trata de un caso aislado, habría motivos para suponer que hay otros como él incrustados dentro del PRD con el mismo objetivo: ocasionar el máximo daño posible debilitando al contrario por dentro. ¿No fue acaso ésta la misma táctica aplicada por la extrema derecha para apoderarse del PAN? Si el PAN de antaño no pudo evitar el ser infiltrado por gente de la ultraderecha, ¿por qué razón habrían de esperar en el PRD un trato diferente?

La infiltración de un partido político como el PRD tendría como objetivo complementar los operativos de espionaje con recursos del Estado que ya se han llevado a cabo y se siguen llevando a cabo y que han producido las famosas grabaciones telefónicas y las famosas videograbaciones filtradas siempre anónimamente a los medios de comunicación que le han costado a varios conocidos personajes la destrucción total de sus carreras políticas. Estos objetivos serían tan variados como recolectar información que no es posible obtener a través de operativos convencionales de espionaje, información que solo es posible obtener ganándose la confianza de quienes están siendo infiltrados; o bien el estar suministrando malos consejos y mala asesoría con la deliberada intención de producir el mayor daño posible, con el deliberado propósito de conducir a la víctima por senderos equivocados que de otro modo no tomaría. Este asalto sería llevado a cabo por una nueva especie de enemigo: el cripto-Yunquista.

¿Meras fantasías? Desafortunadamente, no. Y para comprobarlo, solo basta conversar con un ex-alumno de la Universidad Autónoma de Guadalajara que haya pertenecido a la sociedad secreta de extrema derecha conocida como "Los Tecos" (y hay ya una cantidad creciente de ellos que están dispuestos a hacerlo en desafío del juramento de lealtad con que son inducidos en la organización, al darse por fin cuenta de la enorme monstrousidad de aquello en lo que se vinieron a meter). Si el cripto-Teco es una realidad tangible dentro de la Autónoma de Guadalajara, ¿por qué razón habrían de limitar sus tácticas de infiltración y traición a los confines de la UAG, cuando tienen todo el territorio nacional disponible? Sobre todo cuando el aparato investigativo del Estado que debería proteger a México de esta clase de gente ya está en manos de ellos.

09 julio, 2006

¿La Sinagoga de Satanás?

La Sinagoga de Satanás.

Nunca una frase como ésta, sacada completamente fuera de su contexto original, ha sido tan manipulada y tan manoseada como lo han hecho los extremistas radicales de la derecha del mundo entero. Su uso moderno, con fines meramente propagandísticos, es aplicado para distinguir indistintamente a los judíos en conjunto, o a la masonería. Así, en un texto de la ultraderecha, el pueblo judío es la “Sinagoga de Satanás”, mientras que en otro texto lo son las logias masónicas en su totalidad, y en libros como los elaborados por los ultraderechistas mexicanos (Salvador Borrego, Carlos Cuesta Gallardo alias “Traian Romanescu”, etc.) terminan revolviendo los conceptos haciéndolos iguales entre sí.

La frase aparece por vez primera en las Sagradas Escrituras en el último libro de la Biblia, el Apocalipsis del Apóstol San Juan, en el capítulo tercero, versículo noveno (Apocalipsis 3:9). Para no incurrir en el mismo yerro cometido por la derecha extrema, reproduciremos el texto íntegro del capítulo bíblico en el cual aparece dicha frase:

Carta a la Iglesia de Sardes.

3:1 Escribe al Ángel de la Iglesia de Sardes: "El que posee los siete Espíritus de Dios y las siete estrellas, afirma: "Conozco tus obras: aparentemente vives, pero en realidad estás muerto.

3:2 Permanece alerta y reanima lo que todavía puedes rescatar de la muerte, porque veo que tu conducta no es perfecta delante de mi Dios.

3:3 Recuerda cómo has recibido y escuchado la Palabra: consérvala fielmente y arrepiéntete. Porque si no vigilas, llegaré como un ladrón, y no sabrás a qué hora te sorprenderé.

3:4 Sin embargo, tienes todavía en Sardes algunas personas que no han manchado su ropa: ellas me acompañarán vestidas de blanco, porque lo han merecido.

3:5 El vencedor recibirá una vestidura blanca, nunca borraré su nombre del Libro de la Vida y confesaré su nombre delante de mi Padre y de sus Ángeles".

3:6 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias".

Carta a la Iglesia de Filadelfia

3:7 Escribe al Ángel de la Iglesia de Filadelfia: "El Santo, el que dice la Verdad, el que posee la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, el que cierra y nadie puede abrir, afirma:

3:8 "Yo conozco tus obras; he abierto delante de ti una puerta que nadie puede cerrar, porque a pesar de tu debilidad, has cumplido mi Palabra sin renegar de mi Nombre.

3:9 Obligaré a los de la sinagoga de Satanás -que mienten, porque se llaman judíos y no lo son- a que se postren delante de ti y reconozcan que yo te he amado.

3:10 Ya que has cumplido mi consigna de ser constante, yo también te preservaré en la hora de la tribulación, que ha de venir sobre el mundo entero para poner a prueba a todos los habitantes de la tierra.

3:11 Yo volveré pronto: conserva firmemente lo que ya posees, para que nadie pueda arrebatarte la corona.

3:12 Haré que el vencedor sea una columna en el Templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí. Y sobre él escribiré el nombre de mi Dios, y el nombre de la Ciudad de mi Dios -la nueva Jerusalén que desciende del cielo y viene de Dios- y también mi nombre nuevo".

3:13 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias".

Carta a la Iglesia de Laodicea

3:14 Escribe al Ángel de la Iglesia de Laodicea: "El que es el Amén, el Testigo fiel y verídico, el Principio de las obras de Dios, afirma: 15 "Conozco tus obras: no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!

3:16 Por eso, porque eres tibio, te vomitaré de mi boca.

3:17 Tú andas diciendo: Soy rico, estoy lleno de bienes y no me falta nada. Y no sabes que eres desdichado, digno de compasión, pobre, ciego y desnudo.

3:18 Por eso, te aconsejo: cómprame oro purificado en el fuego para enriquecerte, vestidos blancos para revestirte y cubrir tu vergonzosa desnudez, y un colirio para ungir tus ojos y recobrar la vista.

3:19 Yo corrijo y reprendo a los que amo. ¡Reanima tu fervor y arrepiéntete!

3:20 Yo estoy junto a la puerta y llamo: si alguien oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos.

3:21 Al vencedor lo haré sentar conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono".

3:22 El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias".


Como es de sobra sabido, cuando el Libro del Apocalipsis fue escrito hace dos mil años, las logias masónicas no existían ni en Jerusalén ni en ninguna otra parte del Medio Oriente. El crédito por utilizar por vez primera la frase bíblica "la Sinagoga de Satanás" para referirse a la masonería vá al Papa Pío IX (1792-1878):





Se trata del mismo Papa que organizó el Primer Concilio Vaticano que definió el dogma de la infalibilidad Papal (de acuerdo con el cual el Papa, por el solo hecho de serlo, aunque sea humano, es incapaz de equivocarse, es infalible). Sin embargo, no utilizó la frase teniendo a los judíos en mente. El contexto bajo el cual Pío IX señaló a los masones como “la Sinagoga de Satanás” es el mismo contexto clásico bajo el cual los argumentos de la razón se enfrentan contra los argumentos de la fé, el mismo contexto bajo el cual los científicos evolucionistas que pregonan las teorías Darwinianas se oponen a los argumentos bíblicos -tomados estos últimos no por su carácter simbólico sino literalmente, al pie de la letra- de que todas las especies fueron creadas independientemente la una de la otra sin que hubiese evolución alguna, el mismo contexto bajo el cual el físico italiano Galileo Galilei fue llevado a juicio por la Santa Inquisición y censurado en 1642 sólo para ser exonerado mucho tiempo después por la misma Iglesia Católica en 1982. Es la lucha clásica, la lucha eterna entre quienes se oponen a cualquier tipo de cambio queriendo conservar las cosas tal y como están y entre quienes con mente más abierta están dispuestos a tomar los riesgos que implica el explorar nuevos horizontes y nuevas posibilidades. Es la lucha entre conservadores y liberales que se dá en todos los países del mundo con infinidad de variantes. La época en la cual le tocó vivir a Pío IX era una época en la cual la Revolución Industrial ya estaba en marcha, en la cual el intelecto del hombre empezaba a producir maravillas producto del uso correcto de la razón. Esto no tiene absolutamente nada que ver con cualquier contribución judía que pudiera haber habido para propiciar el desarrollo tecnológico e industrial de la civilización. Así pues, el conflicto de Pío IX no era un conflicto con los judíos, era un conflicto con los masones de ideología liberal. Anteriormente, ya desde los tiempos de la Revolución Francesa, estos conflictos entre la Iglesia Católica y “libre-pensadores” como Voltaire habían producido una estela de graves enfrentamientos con su secuela de muertos en ambas partes.

En lo que respecta a las relaciones del Papa Pío IX con los judíos, su actitud siempre fue ambigua. Tiene el crédito de haber derogado leyes que prohibían a los Judíos la práctica de algunas profesiones (esto en una época en la cual el Papa aún tenía poderes temporales, en la cual aún tenía algunas de las atribuciones de los poderes del César, aunque eventualmente sería el último de los Papas en poseer un poder político terrenal), así como el haber derogado leyes que obligaban a los judíos a escuchar sermones religiosos católicos cuatro veces al año con la finalidad de convencerlos de convertirse al catolicismo. De cualquier modo, retuvo la ley según la cual el testimonio de un judío en contra de un cristiano no era admisible en las cortes, y los judíos continuaron siendo discriminados en otras áreas. Si bien al principio de su pontificado Pío IX ordenó la apertura del ghetto judío en Roma, después de su regreso del exilio en 1850 lo volvió a reestablecer. Quizá el caso más publicitado por el cual Pío IX no es recordado con mucho afecto por las comunidades judías de Italia es el caso de un niño judío de seis años de edad, Edgardo Levi-Mortara, quien fue separado de sus padres en Bolonia por la policía del estado Papal actuando bajo las órdenes del Inquisidor, el Padre Feletti. Se dice que el niño había sido bautizado por una sirvienta cristiana de la familia, Anna Morisi, cuando el niño estaba enfermo por el temor que ella tenía de que el niño moriría como consecuencia de su enfermedad yéndose al infierno por morir sin haber recibido el bautismo. Habiendo sido ya bautizado el niño como católico, el niño ya no podía ser devuelto a sus padres argumentándose que la ley prohibía que un cristiano pudiese ser educado por judíos, aunque fuesen sus propios padres. Pío IX se negó terminantemente a devolverle el niño a sus padres desoyendo los pedidos que en sentido contrario le estuvieron haciendo varios jefes de estado incluyendo el Emperador de Austria-Hungría Franz Josef, y hasta el Emperador Napoleón III de Francia quien tenía tropas desplegadas alrededor de Roma para proteger al Papa de los italianos que combatían por la unificación de Italia. Tras la caída de la ciudad de Bolonia a manos de las tropas de la Italia unificada, el Inquisidor que arrebató al niño de sus padres fue arrestado y acusado del delito de secuestro. El caso tuvo repercusiones políticas serias para la Santa Sede, endureciendo la opinión tanto en Italia como alrededor del mundo de que el poder terrenal del Papa se estaba excediendo en contraposición directa con las enseñanzas de Jesucristo (Lucas 20:25, “Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”), y que el uso de tales poderes terrenales eran un anacronismo y una afrenta a los derechos humanos en una era de liberalismo y racionalismo. Esto dió lugar a que la guerra llevada a cabo en contra de los estados papales en 1859 terminara quitándole prácticamente todos sus territorios al Papa dejándolo únicamente con la ciudad de Roma, la cual fue anexada en 1870 al nuevo reino de Italia en cuanto los soldados franceses que la protegían fueron retirados. El niño, ya convertido en un adulto para ese entonces, eventualmente se ordenaría como un sacerdote católico.

La postura anti-modernista, anti-liberal, anti-racionalista del Papa Pío IX está muy claramente expresada en su carta encíclica “Quanta Cura” (Sobre los principales errores de la época) dada a conocer el 8 de diciembre de 1864. En ella no menciona directamente a la Masonería (como tampoco hace mención alguna sobre los judíos). Pero hace una referencia directa a la masonería en su comentario hecho sobre un apéndice de la encíclica Quanta Cura, también dado a conocer el mismo 8 de diciembre de 1864, conocido como “El Syllabus”:






Al presentar su “Syllabus”, Pío IX hizo al final del mismo una mención muy específica a la Sinagoga de Satanás (tomando la alocución que aparece en el Libro del Apocalipsis) en relación a las sociedades secretas. Ya anteriormente, en su encíclica “Qui Pluribus” (Sobre la Fé y la Religión) promulgada el 9 de noviembre de 1846, Pío IX había dicho lo siguiente (en su Sección 9, Otra Clase de Errores) acerca de las sociedades y sectas secretas (entre las que se incluye a la masonería aunque sin mencionarla de nombre): “Tales son las sectas clandestinas salidas de las tinieblas para ruina y destrucción de la Iglesia y del Estado”. Inspirado en el ejemplo de Pío IX, el Papa León XIII (1810-1913):





fue aún más lejos en contra de la masonería promulgando su encíclica “Humanum Genus” (Sobre la masonería y otras sectas) el 20 de abril de 1884, dirigida única y exclusivamente en contra de esa institución ya bautizada anteriormente por su predecesor como “la Sinagoga de Satanás”, la masonería (sin hacer ninguna conexión con las sinagogas hebreas). Es en estos tiempos cuando hace su aparición en el escenario un destacado anticlerical francés ateo y pornógrafo de dudosa reputación y calidad moral llamado León Taxil (1854-1907), cuyo nombre verdadero era Gabriel Jogand-Pagès:





Tras la publicación de la encíclica Humanum Genus, Taxil simuló una tan falsa como pública conversión al Catolicismo, anunciando sus intenciones de reparar el daño que le había hecho a la verdadera fé. Sin embargo, su intención verdadera era atacar a la masonería y al mismo tiempo poner en ridículo a una ingenua Iglesia Católica exhibiéndola como una institución demasiado crédula sobre estas cuestiones. Afirmando ser “un ex-masón arrepentido de sus errores” y pese a que anteriormente había elaborado libelos anti-católicos como “Los Amores Secretos del Papa Pío IX”, se dedicó a escribir una serie de “revelaciones” en contra de la masonería que fueron verdadera miel en los oídos del Papa León XIII al darle justo lo que el Papa deseaba escuchar (¿por qué razón no habría de confiar Su Santidad en un pecador arrepentido que se llamaba igual que él?). A continuación vemos uno de los libros de Taxil denunciando a la masonería como centros de adoración a Satanás:





refrendando así como sumamente “apropiada” y correcta la conexión establecida por Pío IX entre la masonería y “la Sinagoga de Satanás”. El articulista Luís Angulo escribió lo siguiente sobre León Taxil:

Jogand-Pagés había entrado en la masonería sin pasar del primer grado (grado de aprendiz) y tras salir de ella trabajó durante dos años, publicando en 1887 con el seudónimo de León Taxíl el libro “Los misterios de la fransmasoneria, revelados”.

Mixtifícador genial y sin escrúpulos Taxil consiguió asombrar a la clase media y a la pequeña burguesía poco instruída de la Europa de su tiempo. Tras una cubierta de virtud cristiana, lanzaba dardos envenenados que sabían llegar al corazón de su poco culto pero incondicional público, a pesar de lo burdo de sus planteamientos:

“La francmasonería no es tan sólo una tenebrosa asociación, integrada por bribones que se empujan y alzan los unos a los otros para mejor escalar el poder, no dudando para ello en engañar, mentir y robar al pueblo; es también la escoria de la raza humana, es una cloaca de inmundicias, una vergonzosa plaga tenebrosa, reptante y escondida, una podredumbre formada y alimentada por los más infames vicios...”

En el mundo católico más retrógrado fue bien acogido, gracias a una mezcla bien dosificada de realidades de las masonerías y de invenciones de ritos sacrílegos, todo ello unido a un gran dominio de su oficio de periodista. Utilizaba gran variedad de artimañas para ganarse al lector, como es la omisión de ciertos documentos (supuestos) que no se atrevía a publicar para no dañar la sensibilidad del público no preparado para tan escabrosas revelaciones:

“En un volumen especial, lleno de copias de documentos, y al que he titulado Las Hermanas de la Masonería, he dejado todo minuciosamente explicado, entrando, para una mejor comprensión, hasta en los más nimios detalles. Me perdonarán, pues, si en la presente edición, que es esencialmente popular, suprimo determinados pasajes o facetas de los ritos masónicos, contentándome con analizarlos, con enjuiciarlos sin relatarlos in extenso. Los padres de familia y las personas debidamente formadas podrán, si lo desean, leer el referido volumen especial, en el caso de que cuenten con las debidas licencias para acometer tales lecturas”.

Taxil daba importancia a sus acciones como desvelador de los más escondidos secretos de los masones, a los que acusaba de toda clase de crímenes, diciendo que su vida estaba en juego, y nos decía:

“Si yo caigo bajo el filo de un puñal o las balas de un revólver, todos sabrán de dónde han salido mis asesinos. Si fallezco inesperadamente, de alguna enfermedad encubierta, todos sabrán también quiénes y por qué han maquinado mi muerte”.

Pero lo que más asombró e interesó al público, fue el descubrimiento del “Paladismo”, es decir, la alta masonería luciferiana. Aseguraba que él mismo había conseguido sacar de esta horrible secta y, además, convertirla al catolicismo, a la gran sacerdotisa "paladista" Diana Vaughan, y que por el gran odio que la masonería tenía a la religión verdadera estaban amenazados de una terrible venganza por los masones. Según los informes de Taxil, el “paladismo” tenía un gran templo subterráneo en los U.S.A., concretamente en la ciudad de Charleston, donde se realizaban los más atroces ritos, dirigidos por el conocido masón americano, el general Albert Pike. La secta, según Taxil, guardaba celosamente el libro satánico “Apadno”, escrito de puño y letra por el mismo Lucifer.

Durante doce años, León Taxil y sus colaboradores, el Dr. Bataille y un italiano llamado Margiotta, que corroboraban sus descubrimientos, publicaron artículos y libros cada vez más audaces y fantasiosos, mientras el público seguía devorándolos y creyéndolos a pies juntillas y a la vez (claro) enriqueciendo a sus autores. (Nota: Doctor Bataille fue uno de los muchos seudónimos usados por Taxil.)

El 19 de abril de 1897, Taxil da su último gran golpe, convocando al público en la Sala de Geografía de París, prometiendo revelaciones espectaculares. Y ciertamente lo fueron, ya que el público no daba crédito a lo que estaba oyendo. Taxil, muy bien defendido, declaraba en persona que había tomado el pelo a todos sus seguidores, que tan sólo había querido enriquecerse a su costa y que había conseguido reírse de la credulidad de la gente, así como de la estupidez de la Iglesia y de la misma masonería. Además descubría que aunque Diana Vaugham existía, en realidad era su secretaria y que jamás tuvo nada que ver con la masonería, ni con Lucifer. El "paladismo" era un invento suyo, añadiendo que no existía ni jamás existió una secta que respondiera a tal nombre.

Como lo indica el artículo arriba citado, las falsedades e invenciones que León Taxil había fabricado sentado cómodamente en un escritorio se vinieron abajo el 19 de abril de 1897 cuando él mismo admitió haberle tomado a todos el pelo en lo que calificó como una broma. (El texto completo de la confesión de Taxil fue publicado el 25 de abril de 1897 en el periódico parisino Le Froundeur.) Si todo no era más que una broma, resultó ser una broma bastante pesada, ya que al igual que el libelo ruso Los Protocolos de los Sabios de Sión su “broma” terminó ocasionando el derramamiento y la muerte de mucha gente inocente. León Taxil es el ejemplo típico del mentiroso patológico que caracteriza a los propagandistas de la extrema derecha mexicana como Salvador Borrego, los cuales saben que están mintiendo deliberadamente en mucho de lo que escriben y sin embargo pese a todo persisten en su práctica falaz sin importarles los odios y las bajas pasiones que sus ficciones puedan desatar. Y en el colmo de los cinismos, parte de la propaganda de la extrema derecha ha citado y sigue citando en sus voluminosas bibliografías las fabricaciones de León Taxil dándoles el carácter de ciertas, pero ocultándole a los lectores la retractación hecha por Taxil ese 19 de abril de 1897.

La obra de Taxil produjo un impacto tan favorable en el Papa León XIII que le dió algo que no se le concede a muchos: una audiencia privada en 1887, diez años antes de que Taxil hiciera una confesión pública de sus patrañas en lo que seguramente ha de haber sido uno de los días más negros en la vida del Papa León XIII. La importancia de la obra (apócrifa) de Taxil es que de aquí parte precisamente la interpretación satánica dada a la masonería por la extrema derecha contemporánea, una interpretación a la que son tan afectos los círculos más radicales descendientes del Sinarquismo y de la Guerra Cristera. Taxil también le demostró a los propagandistas del Nazismo y de la ultraderecha mexicana la técnica de revolver datos ciertos con los datos falsos para darle credibilidad a una ficción.

No es posible saber cuánto de lo que dijo en vida en contra de la masonería el Papa León XIII fue influenciado directamente por las mentiras de León Taxil. Pero como ya desde los tiempos de su predecesor se había promulgado el dogma de la infalibilidad Papal, ¿cómo podía admitir León XIII el haberse equivocado y el haber actuado usando información falsa? ¿El infalible Papa, la cabeza de la Iglesia Católica, incurriendo en una equivocación? ¡Ni lo mande Dios!

Curiosamente, aunque el Papa León XIII llevó a cabo una cruzada intensa en contra de los masones, jamás tomó una postura que fuese en contra de los judíos. Por el contrario, él y otros Papas que lo sucedieron llevaron a cabo una defensa de los judíos ante los hechos adversos de la historia que se estuvieron conjuntando para llevar directamente a la creación del Nazismo y a la tragedia de la Segunda Guerra Mundial. Esto lo afirma el conocido rabino y profesor norteamericano de Ciencias Históricas y Políticas David G. Dalin en su libro The Myth of Hitler’s Pope (El mito del Papa de Hitler). La temeraria afirmación de que los Papas modernos de la Iglesia Católica tomaron una postura decididamente anti-judía acusando a los hebreos como "destructores de la Iglesia Católica" es otra falsedad más entre las muchas cocinadas en la amplia literatura de la extrema derecha mundial, quienes se han encargado de ocultar en su propaganda el dato de que los Nazis alemanes odiaban a la Iglesia Católica.

Uno de los primeros pasos para atacar a la masonería como “la Sinagoga de Satanás“ adjudicándole ahora sí un origen judío (a diferencia de Pío IX quien utilizó la frase para referirse exclusivamente a la masonería) estuvo a cargo del sacerdote jesuita Leon Meurin, Arzobispo de Port-Louis, en la isla de Mauritius, quien publicó en 1893 un libro titulado La Franc-Maçonnerie, Synagogue de Satan (La Franc-Masonería, Sinagoga de Satanás), en el cual dice lo siguiente en la página 260: “Todo lo que hay en la masonería es esencialmente Judío, exclusivamente Judío, entusiásticamente Judío, desde el principio hasta el final”. Esto, en contraposición directa con la verdad histórica de que las logias masónicas fueron exclusivamente cristianas en su origen, y fue hasta la creación de la Gran Logia de Londres en 1717 cuando comenzó el proceso de distanciamiento de las mismas con sus vínculos cristianos, proceso que culminó en 1813. Cuando se llevó a cabo la unión de las dos grandes logias rivales en Inglaterra, creándose la Gran Logia de Inglaterra y Gales, y se llevó a cabo la revisión de los rituales masónicos, los últimos símbolos cristianos que había en ellas fueron removidos, con lo cual la institución adoptó el carácter universal con que es conocida hoy en día. Es importante agregar que inclusive en países en donde los judíos y los miembros de otras religiones son bienvenidos en algunas logias masónicas, existen otras logias cerradas para ellos, las cuales están reservadas exclusivamente para masones cristianos, entre las cuales se pueden citar el Rito Escosés, los Caballeros de Malta, y la Cruz Roja de Constantino. También en algunos países escandinavos en donde se practica el Rito Sueco no se permite el ingreso de gente que no profese la religión cristiana. Algunos Concilios Masónicos Supremos consideran que el Rito Escosés Antiguo y Aceptado es un rito exclusivamente cristiano, y no aceptan el ingreso de judíos o miembros de cualquier otra religión (por ejemplo, los Concilios Supremos de Inglaterra, Escocia, Irlanda y Australia), y la selectividad de estos Concilios llega a grado tal que los candidatos de nuevo ingreso tienen que declararse creyentes no sólo en la fé cristiana, sino inclusive hasta en la Santísima Trinidad.

Ciertamente, una obra como la que escribió Leon Meurin sólo pudo haber provenido de una persona que jamás en su vida perteneció a una logia masónica. Pero si jamás perteneció Leon Meurin a ninguna logia masónica, entonces ¿de dónde sacó sus aventuradas conclusiones de que todo lo que hay en la masonería es esencialmente judío? Ni modo de que basara su fuente de información en los "secretos" revelados en el confesionario por ex-masones “arrepentidos”, porque hasta donde cualquiera sabe, todo sacerdote católico está obligado por su ministerio a guardar todo lo que se dice bajo secreto de confesión en la más absoluta confidencialidad Desafortunadamente, como Leon Meurin ya está muerto, no le podemos preguntar.

Una vez calificada la masonería como una institución malvada de origen judío, haciéndole pleno honor al mote “la Sinagoga de Satanás”, el siguiente paso lógico era revolver esta mescolanza con la tesis de una supuesta conjura para apoderarse del mundo. Este paso fue dado por el párroco francés Ernest Jouin, con su serie de libros titulados “El Peligro Judeo-Masónico”, los cuales se empezaron a publicar una década antes de que Adolfo Hitler llegara al poder en Alemania y los cuales junto con el fraude literario ruso Los Protocolos de los Sabios de Sión y otra literatura antisemita sirvieron para calentarle a Hitler su cada vez más desequilibrado cerebro. Es aquí cuando parte el mito de “la gran conspiración judía-comunista-masónica” usado por la extrema derecha en la actualidad, un mito que se resiste a morir, al igual que los mitos de la Atlántida y los platillos voladores. Para “inspirarse” en sus teorías sobre tan fabuloso complot, Ernest Jouin primero leyó en su totalidad la piedra angular que supuestamente revela al mundo la existencia de tal conjura: “Los Protocolos de los Sabios de Sión”. Desafortunadamente, los leyó antes de que fueran desenmascarados como una fabricación de la policía secreta del Zar de Rusia inspirados en una sátira francesa. De cualquier modo, una vez expuesto el fraude, Ernest Jouin no se retractó ofreciendo disculpas como era su obligación hacerlo como prelado católico, seguramente temeroso de quedar expuesto al escarnio, a la burla y al ridículo de la sociedad.

Curiosamente, “Los Protocolos de los Sabios de Sión” no mencionan en lo absoluto a la masonería como instrumento de “la judería internacional” para la dominación del mundo, quizá porque a los agentes de la policía secreta Zarista se les olvidó incluír el tema en su agenda, o quizá porque consideraron que agregar el tema de la masonería dentro de “Los Protocolos” resultaría contraproducente. Pero de ello se encargó Ernest Jouin quizá fantaseando la siguiente lógica: “Los judíos se quieren apoderar del mundo corrompiendo al cristianismo de acuerdo con lo que admiten ellos mismos en 'Los Protocolos de los Sabios de Sión', y las logias masónicas -refiriéndose principalmente a las logias masónicas francesas en las cuales se reunían los irreverentes jacobinos- han sostenido una dura lucha en contra de la Iglesia Católica, entonces se concluye de manera irrefutable que la masonería debe ser también un instrumento de los judíos para la conquista del mundo. Y por lo tanto se concluye también que la masonería fue creada por ellos para la conquista del mundo.” Así de fácil, desde la comodidad de su escritorio, Ernest Jouin descubrió que podía reinventar toda la historia de la Humanidad, “descubriendo” como si fuese un avezado Sherlock Holmes lo que nadie antes que él había sido capaz de descubrir, negándose hasta el final de su vida a aceptar la cruda realidad de que los “Protocolos de los Sabios de Sión” no eran más que una fantasiosa fabricación urdida por gente sin escrúpulo alguno, los cuales deben ser tomados por lo que son, una buena propaganda de corte novelesco; como la novela “El Código DaVinci” de Dan Brown, muy buena para divertir un rato, muy buena para generar controversia y para producirle ganancias económicas a su autor, pero muy mala como justificante para salir a la calle para empezar a matar a los miembros de la organización conocida como el Opus Dei.

Asentado el hecho de que fue Ernest Jouin quien se encargó de popularizar el tema de “la gran conspiración judía-masónica” para el dominio del mundo y la destrucción de la Iglesia Católica, es importar cotejar el dato con otro hecho importante: cuando escribió sus ficciones, el estado de Israel aún no existía. Por lógica elemental, dándole crédito a las fantasías de Jouin, una logia masónica no tendría razón de ser dentro de un estado judío. Sin embargo, en Israel también hay logias masónicas israelíes. Inclusive hace algunos años, la Gran Logia del Estado de Israel eligió como su Gran Maestro a ... ¡un hermano árabe cristiano, el M.R.H. Jamil Shalhoub!. Existen en Israel cinco logias que trabajan en árabe, y también existe una Logia de Perfección del Rito Escocés Antiguo y Aceptado que trabaja también en árabe. Todo esto seguramente habría dejado a Jouin con la boca abierta. Aunque, a fin de cuentas, incapaz de admitir sus propios errores, y siendo de cabeza dura, posiblemente habría terminado argumentando que las logias masónicas en Israel fueron creadas para “despistar” a todos excepto a él.

Todo esto se puede investigar más a fondo gracias a Internet. La pregunta clave que debemos hacernos aquí, en base a lo que hemos visto, es: ¿realmente la masonería es una malvada creación judía con el objeto de borrar del mapa a la Iglesia Católica como lo sostiene la extrema derecha contemporánea?, poniéndola debajo de otras preguntas como ¿realmente existen los platillos voladores?, ¿realmente existe el Yeti de los Himalayas, el abominable hombre de las nieves? ¿realmente existió el Doctor Frankenstein dándole vida a un cadáver? ¿realmente existen los vampiros humanos que se alimentan de sangre y que solo pueden vivir y alimentarse de noche?

08 julio, 2006

El Mito del Poder Judío


Una leyenda sobre la cual descansa la credibilidad de los mitos según los cuales existe una “poderosa conspiración mundial” urdida por todos los judíos del planeta en combinación con todos masones, todos los comunistas, todos los socialistas y todos los izquierdistas para apoderarse del mundo es la del “enorme poder judío” que la extrema derecha les atribuye a los judíos dispersos alrededor del mundo. En los tiempos de la “guerra fría” entre el Imperio norteamericano y el Imperio soviético, la extrema derecha gustaba de afirmar a sus crédulos seguidores que “los judíos ya controlan los destinos en ambas partes, en Oriente lo hacen a través de los regímenes totalitarios comunistas, y en Occidente lo hacen a través de su enorme poder económico”.

Sin embargo, el mito del “enorme poderío judío” nunca fue más que eso, un mito.

Empecemos por el caso del industrial norteamericano Henry Ford. Si realmente los judíos de Norteamérica hubiesen tenido el enorme poderío financiero que el mismo Henry Ford les atribuyó en su propaganda pre-Nazi entronizada en su libro antisemita El Judío Internacional, entonces no habrían tenido problema alguno en juntar los recursos financieros necesarios para: (1) montar una fábrica de automóviles similar a la que tenía Henry Ford en Michigan, (2) copiarle todos sus métodos de manufactura a Henry Ford ya sea enviándole espías industriales o contratando a los mejores ingenieros y supervisores que estaban laborando bajo la nómina de Henry Ford y (3) vender un producto mejor que el que estaba fabricando Henry Ford pero a un precio inferior. En pocas palabras, lo podrían haber hecho quebrar en unos cuantos años. Sin embargo, esto nunca sucedió. De hecho, lo único a lo que le tuvo miedo Henry Ford fue a la posibilidad de que los distribuidores judíos de los carros marca Ford decidieran boicotearlo negándose a vender sus productos. Y la cosa ni siquiera llegó a esto. De hecho, la empresa Ford Motor Company sigue subsistiendo hasta nuestros días, y las dificultades competitivas que está enfrentando no provienen de alguna empresa financiada y operada por judíos ávidos de venganza, sino a causa de la competencia presentada por los carros japoneses como Toyota y Nissan (empresas que sí hicieron lo que no pudieron o no quisieron hacer los judíos de Norteamérica, esto es, copiarle a las empresas automovilísticas norteamericanas todo lo que pudieron copiarles, mejorando tras esto los métodos de producción introduciendo robots en las líneas de ensamble, y vendiendo un producto mejor diseñado y a un precio inferior a su contraparte norteamericana). En vida, al rabioso anti-semita Henry Ford los “poderosos financieros judíos” de Norteamérica ni siquiera le pudieron hacer cosquillas. Entonces, nos preguntamos... ¿en dónde quedó el fabuloso “poderío económico judío” con el cual supuestamente si lo hubieran querido habrían podido haber dejado en la más espantosa miseria a quien a través de sus libelos ocasionó un enorme resentimiento en contra de los judíos del mundo entero contribuyendo en buena medida a la consumación Nazi del holocausto Shoah? (Irónicamente, la empresa fundada por el ultraconservador moralista Henry Ford recientemente ha estado siendo objeto de duros ataques y fuertes presiones provenientes de grupos conservadores a los cuales el mismo Henry Ford hubiera apoyado económicamente en vida, y seguramente se habría escandalizado de ver cómo bajo la administración de su heredero Bill Ford el nombre de su empresa es ligado en la actualidad con grupos sociales que para Henry Ford eran tan despreciables como los judíos a quienes tanto hostigó a través de sus escritos.)

Otro mito sobre el cual descansa el alegato del ultraderechista argumento del “enorme poder económico judío” lo fue el argumento según el cual los judíos alrededor del mundo promovieron entre las naciones el uso del patrón oro, habiendo amasado previamente gracias a sus milenarias “prácticas usureras” enormes cantidades de oro que serían usadas para respaldar el valor de las monedas de las naciones controladas económicamente por ellos. (Algunos textos de la extrema derecha les atribuyen la posesión secreta de grandes minas de oro equiparables a las míticas minas del Rey Salomón, inclusive dando por cierta la famosa obra de ficción de Sir Henry Rider Haggard citándolo no como un novelista sino como un historiador consumado.) Veamos primero lo que dice el Primer Protocolo del fantasioso libelo anti-judío Los Protocolos de los Sabios de Sión (supuestamente, quienes hablan son “judíos poderosos e intrigantes” moldeados al estilo de los super-villanos que aparecen en las películas del agente secreto británico 007 James Bond, tales como Auric Goldfinger):

En nuestros días, el poder del oro ha reemplazado al poder de los gobiernos liberales. Hubo un tiempo en que la fe gobernaba. La idea de libertad es irrealizable, porque nadie hay que sepa usar de ella en su justa medida. Basta dejar al pueblo que por algún tiempo se gobierne a sí mismo, para que inmediatamente esta autonomía degenere en libertinaje. Surgen al punto las discusiones, que se transforman luego en luchas sociales, en las que los Estados se destruyen, quedando su grandeza reducida a cenizas. Sea que el Estado se debilite en virtud de sus propios trastornos, sea que sus disensiones interiores lo ponen a merced de sus enemigos de fuera, desde ese momento, ya puede considerarse como irremediablemente perdido; ha caído bajo nuestro poder.

Ahora veamos lo que dice el Segundo Protocolo:

En la Prensa está encarnada la libertad de palabra. Pero los Estados no han sabido utilizar esta fuerza que ha caído ya en nuestras manos. Por la Prensa hemos conquistado toda la influencia, quedando nosotros ocultos en la sombra, y gracias a ella hemos podido amasar el oro con nuestras manos como precio de los torrentes de lágrimas y de sangre, en medio de los cuales hemos podido arrebatarlo.

En el Quinto Protocolo tenemos las siguientes fantasías:

Todas las ruedas del mecanismo de los gobiernos dependen de un motor que está en nuestras manos: este motor es el oro. La ciencia de la Economía Política, inventada por nuestros Sabios, nos ha dado a conocer, después de mucho tiempo, el prestigio y valor del oro.

Y en el Vigésimo Protocolo leemos:

La revisión de la acuñación de moneda es una cuestión esencial para el mundo entero. Vosotros sabéis que el patrón oro fue perjudicial para los Estados que lo adoptaron, pues éste no puede dar abasto al consumo o gasto de moneda de plata, mucho menos, cuando nosotros retiramos de la circulación la mayor cantidad posible de oro.

El Protocolo Vigésimo Segundo dice:

Tenemos en nuestras manos la más grande fuerza moderna: el oro; podemos en dos días retirar nuestros depósitos en la proporción y cantidad que sea de nuestro agrado. ¿Será, pues, necesario todavía demostrar que nuestro gobierno está predestinado por Dios?

Pero el mito del patrón oro llegó prácticamente a su fin cuando Richard Nixon, el Presidente de la nación capitalista más rica del planeta, anunció el 15 de agosto de 1971 que el valor del dólar estadounidense sería desligado del patrón oro, abandonando con ello al oro como medio para respaldar el valor monetario del dólar, lo cual dicho sea de paso trajo consigo nuevos dolores de cabeza para la economía mundial empezando por la inflación galopante sufrida con la pérdida de este punto de referencia, a grado tal que han crecido las voces entre muchos respetables economistas alrededor del mundo (¡no judíos!) sobre las ventajas que podría tener el regresar al patrón oro. Cabe notar que ni siquiera en el estado de Israel se usa el oro como patrón de referencia. (¿Cómo podrían, si no hay minas de oro en Israel que valga la pena mencionar?) Entonces, nos preguntamos... ¿en dónde están guardadas esas increíbles reservas de oro con las cuales el fabuloso “poderío económico judío” controla a las economías de las naciones del mundo?

Interesantemente, hubo una nación cuyos “emisarios” se lanzaron a la invasión indiscriminada de otros países llevada a cabo en buena medida por su desmedida ambición y su sed de acumulamiento de oro y plata. Pero esta nación fue la “católica” España. Cuando Hernán Cortés y sus saqueadores genocidas desembarcaron en las costas de lo que hoy es México, lo primero que hicieron con la mayor desesperación del mundo fue buscar oro. Por esta sed de oro el último Emperador de los Aztecas, Cuauhtémoc, fue atormentado horriblemente por Hernán Cortés. Por su insaciable sed de oro, Francisco Pizarro acabó con el Imperio Inca de Perú, matando al Emperador inca Atahualpa cuando creyó que no le podía sacar más oro. ¡Oro, oro, oro! Este insaciable apetito por el oro fue lo que lanzó a los españoles por todo el continente americano en la búsqueda de la mítica ciudad de El Dorado. Y no se hable ya de la conquista de territorios a sangre y fuego con el fin de extender el Imperio Español por todo el planeta. Este saqueo sin precedentes, estas invasiones a poblados indefensos mediante guerras no-provocadas, este inmenso genocidio llevado a cabo por los Conquistadores españoles, podría muy bien ser calificado hoy en día como “la gran conspiración española” de aquél entonces para apoderarse del planeta, con la diferencia de que en contraste con la mítica "gran conspiración judía-masónica-comunista" la rapacería del Imperio Español dejó amplias huellas y cicatrices profundas en la historia de la humanidad que subsisten hasta nuestros días. Y si no se apoderaron del mundo entero, no fue por falta de ganas, fue simplemente porque no pudieron. Curiosamente, el patrón oro-plata le funcionó muy bien al Imperio Español, el cual basó su economía en sus grandes reservas de oro y plata hasta que sus colonias se le sublevaron y España perdió todas las riquezas mal habidas que estaba obteniendo del Nuevo Mundo. Pero los ultraderechistas mexicanos se abstienen cuidadosamente de hacer estas comparaciones por el hecho de que el invasor-conquistador hacía profesión de fé católica (¿?), lo cual es poco consuelo para los nativos que terminaron perdiéndolo todo y que terminaron como esclavos laborando noche y día al servicio forzado del Imperio Español en sus minas de oro y plata mientras que sus hijas eran violadas impunemente por los invasores. Y fue la Santa Inquisición Española -el equivalente colonial de la policía soviética KGB- la encargada de investigar sádicamente con sus famosos métodos interrogatorios:







a todos aquellos que pudieran representar algún riesgo para tan voraz imperio incapaz de comprender ideas tan “descabelladas” como el pluralismo religioso, la democracia, y la separación Iglesia-Estado. (Esta cuestionable institución religiosa, suprimida no por el Papa en aquella época sino por Napoleón Bonaparte tras su invasión a España, cuyos “investigadores” están bien representados en la persona del Inquisidor Bernardo Gui en la magistral novela El nombre de la rosa de Umberto Eco, es justificada hoy en día por sus apologistas con el peregrino argumento de que la Inquisición jamás ejecutaba a nadie, siendo la aplicación de la pena de muerte en algún lugar incómodo como la hoguera una atribución exclusiva del gobernante en turno; la Inquisición lo único que hacía era... “interrogar” al acusado y... de un modo u otro... sacarle “la verdad”, a lo cual dada su bien ganada fama seguramente habrán accedido rápidamente muchos de los herejes e independentistas como Don Miguel Hidalgo y Costilla que cayeron en sus manos.) Eventualmente, tras la adopción de una Constitución Española que transformó en 1978 a España en una monarquía parlamentaria, los españoles del Viejo Continente descubrieron que hay una forma mucho más honesta y mucho más satisfactoria de generar riqueza que el ir a saquearle a los nativos de otras tierras sus recursos minerales: trabajando.

Pasemos ahora al caso del crack económico sufrido por la Bolsa de Valores de Nueva York aquél jueves negro, aquél 24 de octubre de 1929 cuando la economía norteamericana entró en una severa depresión económica que terminó arrastrando consigo al resto del mundo. La literatura de la extrema derecha quisiera hacernos creer a todos que los “poderosos financieros judíos” tienen tanto dinero que ellos controlan la economía del planeta a su antojo, estando en condiciones de poder crear prosperidad o recesión como les dé la gana, culpándolos a ellos por la brutal caída sufrida por la Bolsa de Valores neoryorkina ese día. Pero si esto fuera cierto, entonces por principio de cuentas el estado de Israel desde su fundación jamás habría experimentado ni una sola crisis económica, cuando la realidad es otra diametralmente opuesta a lo que pregona la propaganda de la ultraderecha. Inclusive, la situación económica en Israel ha llegado a estar tan mala que algunos judíos rusos que emigraron a Israel tras la caída de la “Cortina de Hierro” han optado por regresar a Rusia e inclusive hay otros que han emigrado inclusive a Alemania. La economía es un asunto tan complejo que todavía se siguen dando Premios Nóbel a los intelectuales que puedan concebir algunas teorías para explicar algunos de sus vericuetos. La economía no es un simple asunto de que alguien meta dinero deliberadamente en el mercado para crear prosperidad o de que lo retire deliberadamente para crear una recesión. La economía depende de tantos factores tan impredecibles (los avances de la tecnología, los desastres naturales, la confianza de los consumidores, el desarrollo de nuevos productos, las políticas fiscales, los recursos naturales, la interdependencia con otros países, el estallamiento de conflictos militares, el calentamiento global, etc.) que tratar de atribuírle a alguien el mérito de poder controlar a su gusto la economía mundial a mediano y largo plazo es tan certero como tratar de pronosticar el clima con varios meses de anticipación. Esta es una de las razones por las cuales fracasó el modelo marxista-leninista para el crecimiento de una economía en forma controlada mediante la planificación de la misma por el Estado; tratar de planificar y controlar en forma ordenada en todas sus minucias el crecimiento de una economía nacional puede terminar estancando el aparato productivo. (De cualquier modo, el sistema capitalista de libre mercado, basado en la Darwiniana ley de la supervivencia del más fuerte, aunque superior en muchos aspectos al modelo marxista-leninista, tampoco tiene manera de ofrecer un empleo seguro al cien por ciento de la población, y mucho menos de garantizar un reparto justo de la riqueza.) Por otra parte, el crack de 1929 afectó también económicamente a muchos judíos no solo de Norteamérica sino del mundo entero; fueron muchos los que terminaron en la miseria perdiéndolo casi todo, porque cuando se desata un fenómeno de tales proporciones (al igual que un terremoto o un incendio forestal) el fenómeno no hace distinciones de raza o de religión, termina barriendo a todos por igual. Algunos textos de la extrema derecha sostienen que, a sabiendas del enorme perjuicio económico que los “grandes financieros judíos” (equiparados libremente con los mitológicos Sabios de Sión) iban a causar entre las comunidades judías, sobre todo las de clase media y clase humilde, de todos modos les era “necesario” ocasionar este desequilibrio económico mundial con el fin de “allanar el camino para la rebelión de las masas con el fin de instaurar en todo el planeta un gobierno comunista al servicio de la judería internacional”. Pero esto es otra idiotez. Con la propaganda anti-judía de Henry Ford y Los Protocolos de los Sabios de Sión circulando ampliamente a finales de la década de los treintas, lo que menos necesitaba la comunidad judía mundial era el inicio de una grave crisis económica internacional de la cual ciertamente ellos mismos terminarían siendo los principales chivos expiatorios. El inesperado crack bursátil de 1929 no hizo absolutamente nada para fomentar ni en los Estados Unidos ni en el resto del mundo el auge del comunismo como una alternativa a los caprichosos vaivenes del sistema capitalista con sus interminables ciclos de prosperidad-recesión-prosperidad (una tesis central de la extrema derecha es aquella según la cual “el objetivo” del crack era ocasionar el caos económico necesario para fomentar la instalación de un gobierno comunista mundial “controlado por judíos”). Históricamente hablando, lo único que hizo el crack fue allanarle ampliamente el camino a Adolfo Hitler para llegar al poder. E irónicamente, las pifias cometidas por éste último le permitieron a fin de cuentas a Stalin (no-judío) la enorme expansión territorial de la cual gozó el Imperio soviético con la huída de las despavoridas tropas de la Alemania Nazi, al ir dejando atrás las huestes de Hitler en su retirada a muchos países debilitados en los cuales fue relativamente fácil instalar gobiernos títeres como el de Nicolae Ceaucescu (no-judío).

El mito de “un pequeño grupo de poderosos financieros judíos” quienes con sus enormes riquezas “controlan al mundo” fue parcialmente alimentado por el auge de los grandes financieros norteamericanos dados a prácticas monopólicas como John D. Rockefeller, el pulpo de la Standard Oil, y el banquero John Pierpont Morgan, uno de los financieros más ricos de Norteamérica, los cuales por cierto ni siquiera eran judíos (Rockefeller es reconocido por sus biógrafos como un devoto Bautista norteño, y Morgan pertenecía a la Iglesia Protestante Episcopal, y ambos pese a lo negativo que se dice de ellos estuvieron involucrados en importantes actividades filantrópicas, lo cual es más que lo que se puede decir de los financieros ligados a la ultraderecha mexicana).

En el caso de México, hay poderosos financieros que tras las sombras con su enorme poderío están ejerciendo una influencia funesta y nociva en la política apoderándose de todo, buscando siempre proteger sus propios intereses personales. Pero estos super-capitalistas, hasta donde es posible saberlo, no son judíos. De hecho, aquellos a quienes apoyan y con quienes han establecido alianzas y pactos secretos son rabiosamente anti-judíos, profesan las misma ideologías que profesaban (y siguen profesando) los nazi-fascistas de Europa, muy en especial los herederos culturales de la Falange española de ese dictador vitalicio Francisco Franco que logró estancar por décadas a su país en uno de los peores atrasos económicos del viejo continente. Los podemos encontrar en la Mesa Directiva de los principales accionistas de una empresa que en los hechos ha monopolizado las comunicaciones visuales en México, TELEVISA, a la cual le agrada muy poco la idea de que muchos mexicanos hartos de la injerencia de esta empresa en los procesos electorales de México se puedan enterar de que en otros países avanzados como el Reino Unido un medio tan importante como la BBC de Londres pueda operar financiada completamente con los impuestos de los contribuyentes, sin comerciales intercalados, produciendo programación de alta calidad, y lo más importante, sin injerencia alguna en los procesos electorales a favor de candidato alguno al puesto de Primer Ministro. Los podemos encontrar entre los banqueros que se beneficiaron a manos llenas con ese saqueo multimillonario al pueblo de México conocido como el FOBAPROA, avalado por el Partido Acción Nacional, y protegidos por el gobierno del pro-Yunquista Vicente Fox quien rompiendo una promesa de campaña no movió un solo dedo para que los detalles del saqueo pudieran salir a la luz pública. Los podemos encontrar entre la lista de los políticos más ricos y corruptos de México como Carlos Salinas de Gortari, Diego Fernández de Cevallos, y la descendencia del ex-Presidente Miguel Alemán Valdés. Los podemos encontrar también en una empresa poderosa como la cadena de tiendas de zapatos Coppel-Canadá cuyo dueño liberalmente distribuyó cientos de cartas a sus empleados conminándolos a votar en contra del izquierdista Andrés Manuel López Obrador. Y los podemos encontrar, naturalmente, entre los multimillonarios dueños de la Universidad Autónoma de Guadalajara. Los “poderosos financieros” mexicanos son los mismos a quienes el candidato presidencial respaldado por la ultraderecha, Felipe Calderón, les debe su dudoso triunfo. Ellos fueron quienes al margen de la Ley le inyectaron cientos de millones de pesos a su campaña, rebasando con mucho los topes legales en la consumación de una elección de Estado en la cual todos, absolutamente todos los delitos electorales cometidos por estos hampones de cuello blanco fueron dejados en la más absoluta impunidad por los siete Magistrados que integraron el Tribunal Federal Electoral y por el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Mariano Azuela Güitrón, a quienes a su vez muchos (entre ellos López Obrador) acusan de haberse corrompido, de haberse vendido como prostitutas al mejor postor. Los vimos en acción primero cuando estuvieron saliendo -ilegalmente, en franca violación a las leyes electorales de México- miles de spots por televisión comparando en términos despectivos al candidato de la izquierda López Obrador con el presidente venezolano Hugo Chávez, y nuevamente tras las elecciones cuando estuvieron saliendo numerosos spots por televisión a todas horas del día exigiéndole a los seguidores de López Obrador levantar el plantón (“¡Levanten el plantón!”) montado por los seguidores de López Obrador en protesta en contra del presunto fraude electoral cometido por los seguidores de Felipe Calderón, así como apoyando a un Tribunal Federal Electoral que de antemano se sabía que iba a avalar todas las trapacerías que le dieron su cuestionable triunfo a Felipe Calderón (“¡Yo defiendo al Tribunal, porque el Tribunal defiende mi voto!”). Los ríos de dinero usados para pagar esta costosa campaña televisiva salieron directamente de los bolsillos de los grandes financieros mexicanos aliados con la derecha radical anti-judía de México. Es la élite de la plutocracia mexicana a la cual los minúsculos empresarios judíos que conforman un segmento importante de la industria textil mexicana (bajo asedio por el contrabando de origen chino) distan mucho de poder hacerles contrapeso. Posiblemente ni siquiera todos los judíos de Latinoamérica, si juntaran todos sus recursos económicos en uno solo, le podrían hacer contrapeso a estos super-financieros mexicanos varios de los cuales están clasificados entre los hombres más ricos del mundo por la revista Forbes. Entonces, nos preguntamos... ¿en dónde están aquellos supracapitalistas judíos (consúltese el libro Supra-Capitalismo del historiador revisionista neo-Nazi Salvador Borrego, publicado por la empresa Editorial Nuevo Orden) que la extrema derecha mexicana inventó como “coco” para asustar a sus crédulos seguidores?

Y continuando con México, cuando el errático e inestable Presidente mexicano Luis Echeverría Alvarez (autor intelectual del halconazo y artífice de la brutal devaluación del peso que tumbó su valor de 12.50 pesos por dólar a 25 pesos por dólar) seguramente asesorado y azuzado por los extremistas encubiertos de la ultraderecha que ya para entonces estaban comenzando a infiltrar exitosamente los altos estratos del gobierno federal le ordenó al Embajador de México ante las Naciones Unidas que el 22 de marzo de 1975 México diera su voto favorable a una propuesta árabe contenida en la Resolución 3379 de la Asamblea General de la ONU para clasificar al Sionismo como una forma de racismo, la iracunda comunidad judía norteamericana lo más que pudo hacer fue tratar de llamar un boicot en contra de la industria turística mexicana, lo cual por cierto no hizo gran mella en los bolsillos de los grandes financieros hoteleros mexicanos. Ninguno de ellos quebró. Entonces, nos preguntamos... ¿en dónde quedó el fabuloso poderío pregonado por Los Protocolos de los Sabios de Sión según los cuales la “poderosa” comunidad judía internacional puede doblegar en el momento que quiera a cualquier nación a sus deseos? ¿En dónde quedó la mítica influencia cripto-judía según la cual “poderosos judíos” apoyados por masones comunistas pueden manejar a su antojo todo lo que ocurre dentro de la ONU?

(Según algunos libros de texto de la extrema derecha, la ONU fue creada por judíos del mundo entero como un paso preliminar a la creación de un super-gobierno mundial judío controlado por judíos, con sede en Nueva York. Ésta fantasía de un gobierno mundial secreto controlado por unos cuantos está siendo reciclada en tiempos recientes con un nuevo nombre, el Club Bilderberg, cuyo propulsor Daniel Estulín, un canadiense de origen ruso, seguramente se ha de haber inspirado en Los Protocolos de los Sabios de Sión fabricados en su propia patria de nacimiento, culpables de desatar la histérica fanática de la cual brotó el Nazismo en Alemania. Y por cierto, entre los que votaron a favor de la resolución 3379 se encuentra nada menos que la desaparecida Unión Soviética, acusada previamente por la ultraderecha mundial como la sede del marxismo-leninismo desde la cual “los judíos comunistas gobernando a la Unión Soviética” se iban a apoderar del mundo. Y por cierto, quienquiera que sepa algo de Historia, y haya vivido aunque sea algunos días en Israel, sabe perfectamente que el Sionismo no es una forma de racismo, aunque esto no excluye el hecho de que hay algunos sionistas que son racistas, como también hay algunos norteamericanos sureños que son racistas, como también hay algunos mexicanos residentes en la hermosa ciudad de Guadalajara que son rabiosamente racistas aunque cuando se ven en el espejo no puedan encontrar por más que busquen la imagen de un ario rubio, alto, y de ojos azules. Aunque la Resolución 3379 fue revocada posteriormente por la Resolución 4686 el 16 de diciembre de 1991, el hecho de que la Resolución 3379 haya permanecido vigente por 16 años ininterrumpidos es frecuentemente citado como una prueba más de que las Naciones Unidas son un organismo hostil prejuiciado en contra de Israel. Y dicho sea de paso, ha habido muchas otras resoluciones en la ONU adversas al estado Judío. Entonces, nos preguntamos... ¿pues no que la ONU era un organismo controlado por judíos como el paso preliminar para la creación de un super-gobierno mundial judío con sede en Nueva York? ¿Quién se los quitó? ¿La Organización Nacional del Yunque?)

Tomemos ahora el caso de Argentina. Este país alberga una de las comunidades judías más importantes del mundo, la tercera después de Israel y Estados Unidos. Y sin embargo, pese a contar con una población judía tan extensa, ello no fue obstáculo para que una cantidad considerable de criminales Nazis se trasladaran a Argentina tras la derrota de Hitler, encontrando puertas abiertas en dicho país y una nueva oportunidad para prosperar y florecer dejando atrás su negro pasado. Inclusive el periodista y escritor Abel Basti Abel Basti en sus libros “Bariloche Nazi: Guía Turística” y “Hitler en Argentina” presenta la interesante tesis de que Hitler murió en la más absoluta impunidad precisamente en la Argentina a fines de los años 60, señalando que su tumba se encuentra en algún lugar desconocido de la Patagonia argentina bajo un nombre falso de origen italiano (con el fin de evitar que su tumba sea “desecrada”). De acuerdo a un artículo de Marcelo Izquierdo titulado “Argentina: La presunta estancia de Hitler”, publicado por la revista PROCESO en su edición correspondiente al domingo 3 de septiembre del 2006, la investigación de Basti, excorresponsal de la agencia de noticias Dyn y del diario Ámbito Financiero en la región, nacido en Buenos Aires pero radicado en Bariloche, comenzó en 1994 cuando en esa ciudad patagónica fue arrestado el criminal de guerra nazi Erich Priebke (el cual vivió medio siglo en Argentina exhibiéndose tranquilamente a la vista de todos en una impunidad total), posteriormente condenado a cadena perpetua en Italia por la muerte de 335 personas el 24 de marzo de 1944, en una acción conocida como la matanza de las Fosas Adreatinas, en las puertas de Roma. Priebke había vivido décadas en la más absoluta impunidad en la zona de Bariloche, donde habita una numerosa colonia alemana. “Ahí empecé a investigar el fenómeno nazi” en la Patagonia, dijo Basti en su entrevista con la agencia Apro, y así surgió su primer libro, “Bariloche Nazi”, donde se mencionan los lugares a donde llegaron los fugitivos y criminales que escaparon tras la guerra. Basti ahondó su investigación y empezó “a hacer acopio de mucho material” que, según dice, lo llevó hasta el mismísimo Hitler. Según cuenta, logró hablar personalmente con “cinco personas” que afirman haber visto al exdictador alemán en distintos puntos de la Argentina y, a través de esos relatos, logró armar la historia que promete seguir en un próximo tercer libro suyo. Basti sostiene en sus libros que Hitler no se suicidó junto con su compañera Eva Braun en su búnker de Berlín, ante el asedio de los soviéticos en el final de la guerra, afirmando que “Tenía un plan de escape elaborado en los últimos años y ese plan era refugiarse en la Patagonia”, a lo cual agrega: “La historia oficial niega la llegada de un grupo de submarinos nazis a las costas de la Patagonia tras el conflicto. Pero tras la rendición alemana arribaron a nuestras costas 12 submarinos que seguían un plan de escape. Uno de sus capitanes fue German Wolf, ya fallecido, y a cuyo círculo íntimo entrevisté y pude conocer la historia”. En uno de esos submarinos, cuenta, viajaban Hitler y Braun, 30 años menor que el dictador nazi, con la anuencia de los Aliados. Basti observa que “Estados Unidos recibió 300 mil nazis entre científicos, soldados y hasta criminales de guerra. Los reciclaron en instructores de boinas verdes, expertos en tecnología espacial, desarrollo nuclear y misilístico”. Aunque el número de Nazis que emigraron a Norteamérica sigue siendo objeto de debate, muchos historiadores dán por hecho de que fueron millares. Entonces, nos preguntamos... ¿en dónde quedó el fabuloso “poderío político judío” con el cual fácilmente podrían haber logrado que el Presidente Harry S. Truman -señalado sin pruebas por la literatura de la extrema derecha como un cripto-judío- le cerrara las puertas a los Nazis que tras la derrota de Alemania huyeron a Norteamérica para iniciar una nueva vida?

Continuando con las interesantes aserciones de Basti, él afirma que logró reconstruir las vías de escape a través del relato de personas que convivieron con jerarcas perseguidos por su papel en la guerra y crímenes cometidos en ella. “Hubo distintas vías de escape. El grueso de los nazis lo hizo mediante barcos, desde Génova y otros puertos bajo protección aliada. Tengo el relato de la mujer de un excapitán nazi que cuenta cómo les daban pasaportes falsos argentinos cuando embarcaban”. El plan, asegura, “era del conocimiento de la dictadura militar que entonces gobernaba argentina. Posteriormente, el gobierno de Juan Domingo Perón (1945-1955) siguió dando amparo a los nazis. La zona había sido estudiada por un espía alemán, el almirante (Wilhelm) Canaris. Su estudio encajaba perfectamente con el plan para resguardar a Hitler. El país se pobló de nazis: el médico Joseph Menguele (quien murió en Paraguay), Adolf Eichman (secuestrado en Buenos Aires por una célula israelí y ejecutado en Israel en 1961) y Priebke, entre muchos otros, vivieron muy tranquilos en Argentina. Tras su desembarco, se radicó en la estancia San Ramón, a 20 kilómetros de Bariloche, que pertenecía a capitales alemanes. Allí vivió por lo menos algunos meses. Fue el primer campo alambrado de la región; tenía 6 mil hectáreas. Los descendientes de la cocinera de la hacienda (ya fallecida) me contaron que la mujer relataba historias de cuando atendía personalmente a Hitler”. Según Basti, por ese entonces Hitler se mantenía activo y sostenía reuniones periódicas con representantes de la Croacia nazi. “Entrevisté a un testigo de esas reuniones”, afirma el periodista. Este testigo relató que entonces “había una expectativa de Tercera Guerra Mundial entre aliados y rusos, y en ese caso, una alternativa era que resucitara Hitler y liderara el ejército nazi para combatir el comunismo. Esa expectativa se fue perdiendo con la Guerra Fría”. Basti agrega que “la hija de un general amigo de Perón cuenta que Hitler visitaba a su padre en Buenos Aires. Este hombre formaba parte de un circulo muy cerrado de argentinos y nazis alemanes y croatas que conocían la situación. Después, Hitler tuvo una permanencia en el sur de la Patagonia, luego hay movimientos por el norte, hasta que recaló en la provincia de Córdoba (centro del país). Entrevisté a una persona que lo atendía en la localidad de La Falda. Allí estaban los principales financistas nazis”. De acuerdo con su relato, en La Falda hay “cartas, películas y regalos” de Hitler. “Incluso hay documentos del FBI de la época que hablaban de transferencias de dinero del partido nazi a la Argentina. Vi cartas (de Hitler) con fechas anteriores al suicidio. Entrevisté al depositario de las cartas y fotos, y a la única mujer que vivía en el chalet donde estuvo Hitler. Se llama Catalina Gomero, es la hija adoptiva de un matrimonio, dueño del hotel El Edén, que dio albergue a Hitler en la zona de La Falda. Ella recuerda una estadía muy corta en 1949 y, después, un traslado al cerro Paz de Azúcar, cerca de La Falda. Era un lugar desolado. Lo llevaron allí a un chalet de su propiedad y lo asistían desde la ciudad. Un chofer le llevaba víveres y elementos para vivir, y ellos iban todos los domingos a visitarlo y se quedaban a almorzar. Hitler se movía con Eva Braun, y lo cuidaban dos guardaespaldas alemanes”. Basti añade que la estadía duró varias semanas. Luego “todas las semanas entraba una llamada de Hitler, vía operadora, desde Mendoza (limítrofe con Chile). Las llamadas duraron hasta 1964”, y cesaron con la muerte del matrimonio dueño del hotel. El rastro se pierde a fines de los 60. “El seguía viviendo con Eva Braun cuando muere y es enterrado. Esta parte de la historia es motivo de investigación y los expondré en mi próximo libro”, cuenta el periodista.

En la entrevista que le realizó a Basti el articulista de PROCESO Marcelo Izquierdo, tenemos el siguiente intercambio:

-¿De confirmarse esta teoría, como es posible que Israel no interviniera en su captura, como sí lo hizo con otros jerarcas nazis, como Eichman?

-Por alianzas internacionales. Los gobiernos de Estados Unidos y de Gran Bretaña tenían conocimiento de todo. Hay muchos documentos aún clasificados. Da la sensación que se avanzó hasta donde se quiso llegar. Existen documentos que ya debían haberse desclasificado y fueron reclasificados por otros 20 años. Algún motivo debe haber.

-¿Y qué pasó con Eva Braun?

-Hitler debe haber muerto a los 80 años. Eva Braun tenía 30 años menos y no hay ningún indicio sobre su suerte. Le perdí el rastro. Es un gran misterio. Hoy podría ser una anciana de 90 años.

La tesis de Abel Basti tiene varios agujeros, el primero de ellos siendo el hecho de que el hombre a quien Hitler supuestamente confió su plan de escape era el Almirante Canaris, el cual tenía pocas simpatías al Nazismo y a las atrocidades que se estaban cometiendo en su nombre, a grado tal que el mismo Canaris fue torturado horriblemente y ejecutado con lujo de saña tras el fallido atentado del 20 de julio de 1944 en contra de la vida de Hitler. De haber sido cierta la participación de Canaris en la planeación de un plan de escape de Hitler, es muy posible que habría hecho llegar dicha información por lo menos a las comunidades judías de Argentina para que a su llegada lo estuvieran esperando para darle el recibimiento que se merecía. Otro agujero es que, después del atentado en contra de su vida, Hitler quedó en un estado físico tan lamentablemente deteriorado, agravado con su mal de Parkinson, que de acuerdo con su médico personal Theodor Morell, Hitler tenía ya pocas esperanzas de gozar una larga vida llegando “hasta los 80 años”, seguramente disminuídas aún más por los poco convencionales métodos del Doctor Morell. Aún otro agujero en la tesis es el hecho de que al irse acercando las tropas aliadas y las tropas soviéticas a Berlín, Hitler estaba cercado con pocas posibilidades de escape. Un intento de huída bajo estas condiciones, con el riesgo enorme de ser capturado, habría requerido un valor extraordinario difícil de encontrar en un hombre que se presume que decidió escapar por la puerta falsa mientras seguían muriendo en el campo de batalla quienes creyeron ver en él un Mesías alemán.

De cualquier modo, lo importante aquí es la aceptación del hecho de que precisamente en el país con una de las mayores comunidades judías del mundo entero había condiciones más que favorables para recibir y acoger con los brazos abiertos a todos los criminales de guerra Nazis que buscaban una segunda oportunidad, muchos de los cuales prosperaron y murieron tranquilamente en dicho país. Entonces, nos preguntamos... ¿en dónde quedó el fabuloso “poderío judío” del cual decían estar huyendo? ¿Pues que no había “judíos intrigantes” por doquier acechando a los pobrecitos Nazis? Y precisamente en la Argentina floreció la publicación de libros “ultranacionalistas” (así le llaman a la extrema derecha en Argentina) ante la impotencia de la enorme comunidad judía argentina para poder hacer algo para detener la publicación por toneladas de esta propaganda chatarra, libros que nutrieron a los enfermos mentales genocidas que usaron a la Escuela Mecánica de la Armada como una versión argentina de los campos de concentración de la Alemania Nazi en donde muchos argentinos -tano judíos como no-judíos- fueron horriblemente atormentados y desaparecidos sin que nadie pudiera hacer algo para detenerlos en su desbocada locura. Entonces, nos preguntamos... ¿pues que tan poco era lo que podían hacer los judíos de Argentina con todo y su “inmenso poderío” para detener la publicación de la persistente propaganda neo-Nazi en Sudamérica? ¿Pues que acaso los “poderosos judíos” no controlaban a la Prensa mundial según lo afirma la ultraderecha? (En lo que a México respecta, la extrema derecha tampoco ha tenido problema alguno en publicar y vender su voluminosa propaganda chatarra, y cuando se dejan de vender algunos de sus libros de texto como “Israel Manda” o “Sinfonía en Rojo Mayor” ello es porque la demanda es tan baja que resulta incosteable mantenerlos en circulación y no porque haya alguna prohibición o censura obtenida bajo presión del “lobby israelita de México”. La comunidad judía de México parece más bien resignada a aguantar, en la mayor de las impotencias, la publicación de estas aberraciones, sin poder hacer nada al respecto.)

Veamos ahora el caso de Polonia. Antes de la Segunda Guerra Mundial, este país contaba con la mayor población judía de Europa (¡tres millones de judíos, comparados con el medio millón de judíos que residía en Alemania!). Si realmente los judíos europeos -al menos los que habitaban en Polonia- hubiesen tenido tan grande influencia en los asuntos de la vida política del país, entonces cabe razonar que el gobierno polaco habría tenido muchos judíos con una enorme influencia colocados en posiciones gubernamentales destacadas. Lo cual no ocurrió. Por otro lado, si realmente hubiera sido cierto el trillado argumento de la ultraderecha sobre la existencia de una “gran conspiración judía-comunista”, entonces la enorme comunidad judía con la que contaba Polonia habría aprovechado la vecindad inmediata de Polonia con el único país comunista que había en aquél entonces -Rusia- así como el descontento laboral que había entre muchos desempleados por la crisis económica mundial causada por el crack en la Bolsa de Valores de Nueva York en 1929, para llevar a cabo un levantamiento popular armado con el fin de instaurar en Polonia un gobierno comunista controlado en su mayor parte o en su totalidad por judíos, apoyados con todo el armamento que hubieran necesitado proporcionado por la Rusia soviética para llevar a cabo la revuelta armada. Pero esto tampoco ocurrió. De hecho, lo que ocurrió fue que el dictador soviético Stalin, a sabiendas de que Adolfo Hitler había expuesto muy claramente en su libro “Mein Kampf” (Mi Lucha) un odio racial intenso hacia los judíos, concertó un pacto muy amistoso con Hitler para anexar la mitad de Polonia a Rusia , entregándole la otra mitad de Polonia con sus judíos al régimen Nazi que terminaría matando a la gran mayoría de ellos en los campos de concentración de Auschwitz situados precisamente en la misma Polonia. Entonces, nos preguntamos... ¿pues que acaso no había sido la revolución bolchevique rusa una revolución urdida de principio a fin por judíos astutos y financiada por multi-billonarios banqueros judíos con más dinero en sus rebosantes bolsillos que Rico Mac Pato -el acaudalado tío escosés del Pato Donald-, según nos lo jura la ultraderecha? (Consúltese el libro Les origines secrètes du bolchevisme, “Los orígenes secretos del bolchevismo”, uno de los libros de texto predilectos de los Nazis y sus sucesores, escrito por un mendaz extremista francés que optó por ocultar su verdadera identidad del resto del mundo bajo el seudónimo de Salluste sin tener absolutamente nada en común con el notable historiador romano Salustio, siendo ésta una práctica cobarde muy común entre los individuos de su especie copiada por uno de los principales “Tecos” fundadores de la Autónoma de Guadalajara, Carlos Cuesta Gallardo, quien también ocultó su verdadera identidad escondiéndose bajo el seudónimo de Traian Romanescu, un ficticio profesor rumano que nunca existió.) ¿Pues entonces no eran judíos los que controlaban todos los puestos clave del gobierno comunista ruso? ¿Entonces cómo nos explica la ultraderecha el que los “judíos marxistas-leninistas de la Rusia comunista” a los cuales supuestamente Stalin debía rendirles cuentas hubieran entregado en charola de plata tantos judíos a sus verdugos?

Quizá el caso más relevante que termina por desinflar el mito del “enorme poderío judío internacional” es precisamente la existencia de la Organización Nacional del Yunque en México. Si realmente los judíos hubieran tenido tan sólo la centésima parte del increíble poderío que les han adjudicado, entonces habrían bloqueado exitosamente en el Congreso norteamericano la ayuda económica que tan desesperadamente reclamaba la ultraderechista Univesidad Autónoma de Guadalajara para salir de la mediocridad en la que se encontraba, con lo cual seguiría siendo una institución mediocre. Y tras ello se habrían movilizado ante el Congreso norteamericano para que se colocase en una “lista negra” a todos los funcionarios de la UAG negándoles visas de entrada a los Estados Unidos. Y sus contrapartes europeos habrían hecho lo mismo. Pero ni siquiera esto han podido lograr. La extrema derecha ha florecido en México sin que nadie -y no estamos hablando únicamente de personas que pertenezcan a la comunidad judía de México- haya podido hacer absolutamente nada para impedir el enquistamiento de estos extremistas en el poder. Entonces, nos preguntamos... ¿en dónde quedó el fabuloso “poderío judío” denunciado en la propaganda chatarra circulada y promocionada ampliamente tras bambalinas por El Yunque y por Los Tecos -estudiantes y egresados- de la Universidad Autónoma de Guadalajara?

Es posible que algunos judíos trabajando duramente sin descanso en muchas de las lavanderías judías de Nueva York o batallando para mantener a flote a duras penas alguna casa de empeño en una ciudad como Los Angeles hubieran deseado ver como cierta esa parte de la leyenda que les atribuye tantas riquezas, tanto poder, y tanta influencia alrededor del mundo, o por lo menos que el resto de la gente los tratase con sumo respeto y temor en consideración al mito del “enorme poder judío”. Y como a nadie le gusta que otros abusivos lo vean y lo traten como a un enano insignificante, es posible que aquí haya habido una motivación subconsciente para no desmentir el mito y las mentiras que lo apoyan con la fuerza enérgica con la cual debió haber sido desmentido desde un principio, dejándolo crecer hasta salirse fuera de control. Del mismo modo, a muchos mexicanos posiblemente les gustaría que fuese cierta la leyenda según la cual se ha corrido secretamente la voz entre muchos mexicanos de que hay que irse a vivir a los Estados Unidos de Norteamérica legalmente o como indocumentados, multiplicándose allá como conejos con las elevadas tasas de natalidad que distinguen a los amorosos mexicanos para así, de este modo, eventualmente sobrepasar poblacionalmente a los anglosajones y a los afroamericanos (y, ¿por qué no?, también a los judíos que viven ahí), y de este modo, por la fuerza de los números, reconquistar para México los territorios que le fueron injustamente arrebatados con el Tratado de Guadalupe Hidalgo. Pero estos son sueños güajiros. Ni se ha corrido la voz ni se ha desatado consigna secreta alguna entre los mexicanos para irse en masa a los Estados Unidos con este propósito. La totalidad de los mexicanos que han emigrado al Norte lo han hecho por razones de índole económica (más unos cuantos que en algunas épocas se han ido como refugiados políticos), y para muchos el desarraigarse de la tierra que los vió nacer dejando atrás sus costumbres y sus tradiciones ha sido la decisión más dura de sus vidas, como seguramente lo fue para los judíos que conforman la Diáspora que tuvo lugar cuando el Imperio Romano decidió acabar con la comunidad judía al sublevarse ésta en contra de la ocupación romana.

Sobre esto último, y contrariamente a lo que pregona otro de los mitos de la extrema derecha, según el cual el judío ordinario se rehusa tenazmente a integrarse a las culturas y a las costumbres de los países en donde reside resistiendo cualquier intento de asimilación, las nuevas generaciones de niños judíos en países como Norteamérica han estado asimilando costumbres gringas a un ritmo tan alarmante -en un proceso acelerado por los matrimonios inter-raciales con los practicantes de otras religiones-, que la esencia básica de las milenarias tradiciones y costumbres hebreas que conforman al judaísmo están siendo diluídas o borradas de plano en lo que algunos rabinos alarmados han llamado un genocidio cultural, mismo proceso mediante el cual los mexicanos que han emigrado hacia los Estados Unidos contemplan impotentes cómo sus hijos y nietos terminan convirtiéndose en pochos y “chicanos” perdiéndole el gusto a la comida típica mexicana sustituyéndola por el fast food de los hot-dogs y las hamburgesas, reemplazando la hermosa tradición del “Día de los Muertos” por el comercializado paganismo cómico de humor negro conocido como Halloween, y hablando un dialecto nuevo conocido como el Spanglish. No en vano los judíos nativos de Israel (los sabras) ven con recelo y desconfianza la llegada masiva de inmigrantes judíos procedentes de otros países como Norteamérica, aunque la historia demuestra que los contactos con otras culturas invariablemente dejan alguna huella o alguna enseñanza. (No todo es necesariamente malo; la adopción de la democracia como forma de gobierno es uno de los triunfos del estado de Israel que, dicho sea de paso, restituye en cierta forma el ejemplo de Moisés quien se resistió en vida a ser coronado rey.)

A como están las cosas, tal vez ya haya algunos mexicanos que realmente desearían que los judíos dispersos alrededor del planeta tuvieran aunque fuese una pequeña parte del fabuloso poder económico y político que la extrema derecha les ha atribuído para que, con tal poderío y ejercitando un derecho legítimo de defensa, hicieran algo para frenar o acabar de tajo con la locura ultraderechista que nació en la ciudad de Guadalajara y que se está apoderando de todo México. Pero esto no va a ocurrir. Porque tal poderío nunca existió, salvo en la fértil cuan enfermiza imaginación de los intelectuales y los revisionistas históricos que generan la propaganda basura de la ultraderecha.

Todo esto, desde luego, tiene una moraleja. La moraleja es que, pese a la declarada naturaleza antisemita del movimiento fanático de extrema derecha conocido como la Organización Nacional del Yunque y pese al enorme poderío que a través del Yunque han logrado amasar los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara, los judíos de todo México carecen de medios para poder detenerlos, y la gran mayoría de ellos parecen haber optado por resignarse a fingir que la amenaza no existe. Ni siquiera los judíos del continente americano, uniendo sus recursos combinados, están en condiciones de poder hacer algo al respecto, como tampoco fueron capaces en su momento de poder hacer algo para detener a nazi-fascistas de la derecha radical como Adolfo Hitler y Francisco Franco. Jamás tuvieron tanto poder como el que insiste en adjudicarles la extrema derecha. Y en lo que al Estado de Israel respecta, sus habitantes están ya bastante ocupados tratando de sobrevivir entre tantos enemigos como Irán y Siria como para poder ofrecer algún tipo de ayuda a sus congéneres en otros países del mundo como es el caso de México. El grave peligro que se ha generado en México y que ya amenaza con desbordarse hacia otros países va a tener que ser enfrentado dentro de México por mexicanos. No vendrá ni se puede esperar que venga nadie de fuera para poner en orden la casa. Al vecino país del Norte parece importarle poco lo que está sucediendo en México, ocupado como está con el terrorismo islámico consumiéndole toda su atención, pese a que a estas alturas sus servicios de inteligencia ya deberían de haberle informado a su Presidente la gravedad del asunto. En pocas palabras, México se encuentra solo y no debe esperar contar con la ayuda de nadie fuera de México para quitarse este lastre de encima. Y así, al igual que como ocurrió en Alemania, en Italia, y en España, los extremistas avanzan su causa como un cáncer fatal que está desintegrando las células sanas de la sociedad. Y ya ni siquiera parece importarles el que están siendo puestos al descubierto por algunos de quienes en un tiempo fueron sus más leales seguidores.

Y ésto último no es un mito.


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POST SCRIPTUM:


Entre los comentarios enviados a este trabajo, uno de ellos (enviado por un comentarista anónimo) señala que aquí “se omite por completo el rol significativo que desempeñaron los judíos conversos apodados marranos en contra de la España imperial”, indicando que tras su expulsión en 1492 estos constituyeron colonias en Europa, el lejano Oriente y el Nuevo Mundo ubicándose en todos los centros comerciales de esos lugares y controlando en gran medida el comercio de Europa Occidental, agregando que eran familias internacionales establecidas en tales centros y que aún mantuvieron relaciones económicas con España y Portugal y que en manos de colonias marranas se hallaba el comercio de muchos productos como el azucar, el tabaco, el coral y la importación de piedras preciosas, señalando que Holanda y en concreto Amsterdam fue el foco mas importante del marranismo llegando a sumar en el siglo XVI unos 4,000. Para tratar de darle mayor credibilidad a sus argumentos, el comentarista cita algunos párrafos del historiador judío Cecil Roth:




presuntamente tomados de su libro Historia de los Marranos destacando como figura representativa del “marranismo internacional” a Diego Mendes, director de la filial en Amberes de la Casa Mendes de Lisboa, sociedad bancaria y mercantil que sobresalía como empresa financiera y cuyas operaciones abarcaban a Francia, Alemania, Italia e Inglaterra. Habiendo anotado lo anterior, el comentarista introdujo sentencias acusatorias diciendo: “Disponiendo de una notable influencia en los países enemigos de España, sobre todo en Inglaterra, Holanda y Turquía, los marranos lidereaban todas las acciones destinadas a aniquilar al Imperio Español.” (¿Realmente escribió esto Cecil Roth? ¿Qué opina el lector?) Hecho esto y obtenida la “credibilidad” ante los ojos del recipiente del comentario, el comentarista nombra al también historiador judío-polaco Jacob Shatzky:





atribuyéndole haber dicho “los judíos sefardíes contribuyeron a la lucha contra España con diversos medios: diplomáticos y hasta militares-piratescos. Las pruebas de la ayuda judía a los enemigos de España son totalmente verídicas (¿?)... De ahi que sea difícil encontrar algún conflicto internacional producido en el siglo XVI, en el que España haya estado mezclada y en el que los exiliados españoles no hayan ayudado a los que estaban contra su enconada enemiga... Nada tiene de extraño, pues, el que la ciudad de Amberes se convirtiera en el cuartel general de las conspiraciones de los marranos contra España (¿?)... Esa lucha no era solo religiosa sino también político estadual”, citando como fuente de referencia la obra “Ideologías y sentimientos del judaísmo español despues de la Expulsión (1492)” supuestamente elaborada por Shatzky.

Pero aquí ocurre algo muy curioso. Los libros más conocidos de Jacob Shatzky cuyo nombre correcto es Yankev Shatski aunque dependiendo del idioma de la fuente de referencia en que se le cite también se le puede encontrar como Jacob Shatsky ó Yaakov Shatski (y de los cuales el comentarista por cierto no hace mención alguna) son: The Chmielnicki Massacres of 1648, Jewish Educational Policy in Poland from 1806-1866 y The History of the Jews in Warsaw. El primer libro trata acerca de las masacres en contra de las comunidades judías ocurridas en Polonia en 1648 a raíz de una lucha sangrienta que tuvo lugar entre los cosacos de Ucrania y los tártaros de Crimea. El segundo libro trata acerca de la educación que recibían los judíos de Polonia entre 1806 y 1866. Y el tercer libro (su obra cumbre) trata acerca de la historia de los judíos en Varsovia. No es posible encontrar en Internet fuentes acreditadas que den información alguna acerca del supuesto escrito elaborado por Jacob Shatzky en donde el historiador judío-polaco (naturalizado norteamericano) decididamente confiesa, admite y “reconoce”, como si estuviera hablando a nombre de los judíos del mundo entero, que definitivamente había un malvado complot judío en contra del Imperio Español. La obra literaria del Doctor Jacob Shatzky es amplia, e incluye obras tales como “Jewish Ideologies in Austria during the Revolution of 1848,” publicada en Freedom and Reason: Studies in Philosophy and Jewish Culture (1951), “On Jewish Medical Students of Padua” publicada en el Journal of the History of Medicine 5 (1950), “Avraham Yakov Stern (1768-1842)” que es una biografía, “Balance sheet of a Jewish historian”, “Menakhem ben Fayvish Ringelblum (1900–1944)”, “Guatemala” publicada en diciembre de 1965 en el Jewish Journal of Sociology, “Tsvey briv fun E. R. Raminski”, sin faltar desde luego una obra médica que fue una referencia ampliamente consultada en su tiempo por especialistas de la época, el “Psychiatric Dictionary” elaborado en colaboracion con el Doctor Leland E. Hinsie. Pero en lo que respecta a una supuesta obra en donde el afamado médico e historiador hiciera declaraciones “confesando” la existencia de “grandes conspiraciones judaicas” en contra del Imperio Español, no hay nada, absolutamente nada, y menos publicada en Castellano. Bueno, en realidad, sí hay unas cuantas referencias en Internet acerca de este supuesto trabajo de Jacob Shatzky del cual no se conoce versión alguna publicada en Español. Pero al mes de julio del 2011, bastaban los dedos de una sola mano para contarlas. Una de ellas está puesta en el sitio de la ultraderecha neo-Nazi norteamericano Stormfront sumamente dado al respaldo de invenciones y fraudes literarios tales como el tracto antisemita Los Protocolos de los Sabios de Sión. Otra fue enviada aquí mismo como parte de un comentario al trabajo Complot contra la Iglesia publicado por Spectator, identificándose el comentarista como un tal Julio Lemaitre. Y otra resulta ser originaria también del mismo Julio Lemaitre pero publicada en su propia página revisionista. A este tipo Julio Lemaitre se le puede encontrar con cierta frecuencia en las secciones de comentarios de los trabajos de Spectator, y seguramente habrá ya quienes estén empezando a sospechar que se trata de un Teco de la ultraderechista sociedad secreta cuyo centro de operaciones está en la Universidad Autónoma de Guadalajara y que ocultándose bajo seudónimos e inventando fuentes históricas inexistentes o “confesiones” de judíos perversos imposibles de corroborar creen que pueden defender su estrafalaria ideología de los torpedos que se le han estado dirigiendo desde estos foros.

El comentarista Lemaitre podría haber hecho mucho mejor que lo que hizo en su engañoso comentario enviado a Spectator. Podría haber citado la obra Apologie pour l'histoire ou Métier d'historien escrita por el historiador judío francés Marc Bloch (arrestado y ejecutado el 16 de junio de 1944 por la Gestapo durante la ocupación Nazi de Francia), la cual se puede consultar en su versión original en Internet, y en cuya parte central se consigna lo siguiente:

“Usando el poderío financiero acumulado por los fundadores de la familia Rothschild, a través de sus contactos con los Cardenales Mazarino y Richeliu, ambos descendientes de prominentes familias judías de Francia, los judíos sefarditas expulsados de España que se asentaron en Francia juntaron todos sus recursos para tratar de convencer a los Reyes de Francia de declararle la guerra a España, enfrentando a dos naciones católicas en una guerra ruinosa con el único fin de poder diezmar y terminar de una vez por todas con el poderío del Imperio Español. Al no lograrlo, promovieron primero la revolución francesa llevando a Napoleón Bonaparte al trono de Francia, el cual viendo cómo le había ido a sus predecesores los Reyes y recordando cómo habían terminado decapitados, terminó accediendo a las peticiones de los judíos sefarditas, principalmente los judíos de Burgos, emprendiendo la invasión de España y el desmantelamiento de la Inquisición Española que era uno de los principales enemigos de los judíos tanto en Europa como en América. A partir de esto, la suerte del Imperio Español estaba sellada, y la caída del Imperio Español se consumó con la invasión napoleónica y la instauración de José Bonaparte como Rey de España.”

O mejor aún, podría haber presentado un extracto tomado del libro Jewish influences after the expulsion from Spain del historiador judío Ytzahk Rabinovich Feldman:





que en la página 127 de dicho libro afirma lo siguiente:

“Ayudados por los parentescos judíos establecidos con las casas reales europeas, se logró convencer poco a poco a los reyes de Europa central y Europa Oriental que el Imperio Español en vez de ser un buen aliado era un peligro latente para todos ellos, y que así como recurriendo a la superioridad de sus recursos la Corona española había logrado avasallar a poblaciones enteres del continente americano estableciendo un control casi total sobre dominios en los cuales nunca se ponía el sol por la extensión de los mismos, era solo cuestión de tiempo cuando algún monarca español volteara sus ojos al resto del continente europeo preparando a sus ejércitos para consolidar la conquista de Europa bajo un solo poderoso ejército que habría convertido a España en el imperio más grande en la historia de la humanidad, más grande y más poderoso que el mismo imperio romano. Y para esto se utilizó a la misma religión como factor de división, advirtiéndoles a los reformistas de Martín Lutero que si llegaba a ocurrir tal cosa, la conquista de toda Europa a manos del Imperio Español, la reforma protestante sería aniquilada en su totalidad y la predominancia absoluta de la Iglesia Católica sería establecida sobre todo el continente con los acusados de herejía removidos ya sea por edictos de expulsión o con la ayuda de la hoguera. A base de tanto estar insistiendo los consejeros judíos acerca de la gravedad de la amenaza, muchas casas reales terminaron convencidas de que efectivamente era tan solo una cuestión de tiempo para que España enviara a sus ejércitos hacia el resto de Europa para someter a todos los pueblos desde la península ibérica hasta los confines del lejano Oriente. De este modo, en vez de convertirse en buenos aliados del Imperio Español que aún si se hubieran llevado a cabo estas guerras de conquista con toda seguridad los españoles habrían tratado a sus conquistados con generosidad y benevolencia compartiéndoles las riquezas que provenían del continente americano, los monarcas de la Europa Central y la Europa Oriental siempre vieron con recelo y desconfianza a los Reyes católicos de España a grado tal que cuando el Imperio Español entró en decadencia no solo no movieron un dedo para ayudar a quien tanto los había ayudado en el pasado sino inclusive proporcionaron ayuda de todo tipo para la promoción de conflictos internos que ayudasen a colapsar el Imperio Español, y en la promoción de todas estas acciones de divisionismo interno siempre hubo algún judío colaborando con otros judíos para propiciar la caída tan anhelada de la España católica.”

¡Impactante! ¿No es así? ¡He aquí las pruebas! Dos historiadores judíos “reconociendo” y “aceptando” que el fin del Imperio Español católico fue instigado de principio a fin por los marranos expulsados de España. Como se indicó arriba, la obra de Marc Bloch puede ser consultada en su totalidad a través de Internet en la forma en la cual fue escrita en francés. Se cita nombre, se cita obra, y se extrae el material revelador y acusatorio. ¿Qué más se le puede pedir al lector sino aceptar sin mayor discusión la contundencia de lo que ha sido expuesto no por un ultraderechista sino por dos de los más famosos historiadores judíos de Europa?

Bueno, en realidad no va así la cosa. En primer lugar, porque aunque Marc Bloch fue un personaje de la vida real, y efectivamente fue un historiador afamado, y efectivamente fue un judío francés, lo cual nadie va a poner en tela de duda, jamás escribió tal cosa como lo que se ha citado aqui. Naturalmente, los propagandistas de la extrema derecha se avienen a que sus alucinados lectores no tendrán el tiempo disponible para checar todas las “referencias” que están siendo citadas por los revisionistas de la Historia, es en lo que tienen puesta su confianza para que sus patrañas puedan ser creíbles y digeribles, esto además de que sus engañados muy rara vez tienen estudios universitarios de postgrado que los empujen a cuestionar rigurosamente todas las fantasías que se arman en los tractos de la ultraderecha. En segundo lugar, ni el Cardenal Mazarino ni el Cardenal Richeliu, aunque sí fueron el verdadero poder detrás del trono de Francia, descendieron de familia judía alguna. Se pueden, desde luego, inventar “pruebas” documentales (inexistentes) de que eran judíos, pero ese tipo de cosas solo se dá en la propaganda de la extrema derecha, no en los círculos académicos serios. Y en tercer lugar, la estrepitosa caída del Imperio Español, aunque si fue acelerada con la invasión napoleónica de España, en realidad tuvo mucho que ver con los desmanes y tropelías en los que incurrió el Rey Fernando VII (el cual es recordado con amargura y desdén por muchos historiadores españoles, ninguno de ellos judío).

Los revisionistas de la ultraderecha siempres soslayan un hecho irrebatible: la expulsión de los moriscos, además de la expulsión de los judíos a quienes los gobernantes españoles no conformes con quitarles todas sus pertenencias en España los apodaron despectivamente como marranos, así como la quema en la hoguera de todos los “herejes” que se rehusaran a jurarle lealtad a la Corona así como convertirse por las buenas o por las malas al catolicismo, marcan lo que en realidad fue uno de los imperios más recalcitrantemente intolerantes en la historia de Europa. En esta intolerancia encontramos las raíces de lo que vendrían siendo las “limpiezas étnicas” llevadas a cabo posteriormente por los Nazis y sus admiradores. Al menos los bolcheviques rusos, con todo y lo que se les pueda achacar en su contra, no procedieron a una expulsión masiva de Rusia ni de sus musulmanes ni de sus cosacos ni de sus judíos ni de sus cristianos afiliados a la Iglesia Ortodoxa (en ese entonces solo se salieron los que quisieron, principalmente los aristócratas de la realeza rusa que terminaron laborando como cocineros en los restaurantes de Francia porque no sabían hacer otra cosa). Y si bien los gobernantes españoles le pusieron a los judíos expulsados el oprobioso mote de marranos, a los saqueadores que enviaron al recién descubierto continente americano a nombre de la Corona para apoderarse de las tierras y los recursos minerales así como para esclavizar a la población indígena para explotar a los nativos hasta la muerte en las minas de oro y plata los llamaron cariñosamente “Conquistadores”. Pero lo que sí es incomprensible e injustificable es que este imperio, habiendo saqueado miles de toneladas de oro y plata de las tierras que invadió con sus hordas de conquista, haya terminado vencido en varias ocasiones por vecinos suyos como Inglatera y Francia que no contaban con los recursos de oro y plata y joyas preciosas llegados de América con los que contaron los monarcas españoles. ¿Significa esto que, de no haber recibido tan colosales riquezas del otro lado del mundo, de no haber sido descubierto el continente americano, España habría terminado convertida en un país bananero de quinta categoría sumiéndose en la miseria más espantosa imaginable? Al terminar de colapsarse el Imperio Español, prácticamente todos los tesoros saqueados a sangre y fuego de la Nueva España habían sido despilfarrados sin quedar casi nada de ellos, y en esto no tuvieron culpa alguna ni los moriscos, ni los judíos, ni los ingleses ni los franceses, sino la misma decadente monarquía española que terminó rodando por los suelos cuando se acabó la fiesta tras la independencia de sus colonias en el nuevo mundo.

Y en lo que toca al historiador judío Ytzahk Rabinovich Feldman, ese ni siquiera existió. Fue una invención deliberada de Spectator para mostrarle a sus lectores la facilidad con la cual los revisionistas-negacionistas pueden inventar y tejer todo tipo de fantasías citando autores y fuentes inexistentes o citando párrafos completos que no aparecen en ninguna de sus obras.

Pero si el historiador judío Ytzahk Rabinovich Feldman nunca existió, ¿entonces de quién es la fotografía que se ha puesto arriba? Pues es de Jack Humprey, un pintor canadiense. Sin embargo, tómese en cuenta que Spectator ha confesado honestamente y con la finalidad de no mantener a sus lectores sumidos en un engaño todo aquello que fue tergiversado deliberadamente para crear una ficción. Los literatos de la extrema derecha revisionista nunca lo hacen (reconocer sus falsedades y admitir sus tergiversaciones e invenciones forjadas de mala fé).

Por las razones expuestas, no se recomienda la lectura del tracto neo-fascista América Peligra del revisionista-negacionista Salvador Borrego Escalante, el cual pretende ser la versión definitiva de “la verdadera historia de México” (según la extrema derecha), al menos no mientras no se le hayan terminado de escarbar todas las falsas citas, las falsas fuentes de referencia, las fantasías y los engaños que han convertido a este libro en un verdadero campo minado para hacer caer al incauto y al desprevenido (este proceso de desintegración del libro América Peligra es algo que ya está en marcha, de lo cual ya nos dieron un anticipo los investigadores del equipo formidable Alianza Estudiantil Prometeo).

Es muy posible que el revisionista Julio Lemaitre, presumiblemente el autor anónimo del comentario citado arriba que fue enviado a esta bitácora, y el cual muestra en sus escritos publicados en Internet una obvia filiación neo-fascista a flor de piel, esperando pacientemente visitantes a su bitácora como la araña espera pacientemente que caigan moscas en sus redes, cualquier día de estos publique para sus lectores algo impactante como:

El connotado historiador sefardí Avrahim ben Glifitz escribió en su obra La diáspora judía en Europa: “La principal prioridad de los marranos a través de los contactos comerciales que habían forjado desde Europa hasta Asia después de su expulsión de España era la destrucción total del Imperio Español y la destrucción total del catolicismo, para lo cual financiaron operaciones tales como las flotillas de piratas comandadas por el judío y pirata británico Sir Francis Drake, con énfasis especial en el saqueo y el pillaje de todas las naves españolas que estaban llevando metales preciosos de sus posesiones en América hacia España, teniendo siempre cuidado de que sus intrigas no fueran descubiertas por los hábiles Inquisidores que tenían como tarea el impedir el colapso del Imperio Español como resultado de las acciones bélicas subterraneas emprendidas en contra del Imperio Español por quienes deseaban no solo humillar a quienes los habían expulsado sino apoderarse de la misma España sometiéndola a un gobierno de carácter judaico para lo cual la destrucción de la monarquía española se había convertido en una de las principales prioridades.

Sí sería muy capaz el comentarista Julio Lemaitre de publicar algo como esto. Sin aclarar, desde luego, que nunca existió ningún historiador de nombre Avrahim ben Glifitz, y sin aclarar tampoco que el pirata (o corsario, según la fuente consultada) Sir Francis Drake no era ningún judío.

De cualquier modo, y por si no lo sabe el comentarista Julio Lemaitre, quienquiera que este sea, el colapso del Imperio Español que inició en la Nueva España en lo que hoy es México no se debió a ningún marxista (el comunismo no había tomado forma alguna cuando tal cosa ocurrió) ni a ninguna conspiración alguna urdida por judíos rencorosos y vengativos, ni a levantamiento alguno fraguado en alguna logia masónica de la Nueva España (no había logia masónica alguna en México cuando el Imperio Español se colapsó, impedir que hubiera tal cosa en los dominios de España fue algo de lo que se encargaron muy bien los Inquisidores del Tribunal del Santo Oficio que fueron terriblemente eficientes en su macabra labor). Ninguno de los independentistas de México (Don Miguel Hidalgo y Costilla y Don José María Morelos y Pavón, ambos curas católicos, Vicente Guerrero, Leona Vicario, Josefa Ortiz de Domínguez, Andrés Quintana Roo, etc.) eran marxistas, masones o judíos. Y si no lo creen los comentaristas de obvia filiación neo-fascista como Julio Lemaitre, Spectator les recomienda regresar a la escuela primaria. Mejor aún, ya dejen de leer el tracto ultraderechista América Peligra de Salvador Borrego Escalante, aunque no se recomienda tirarlo a la basura ya que sus páginas pueden servir como papel sanitario en caso de que no haya a la mano papel sanitario Charmin. O si insisten en seguir creyendo en payasos y en el Chupacabras, pues que sigan haciéndolo. De seguro habrá quienes los seguirán y les creerán todas sus invenciones y fantasías, que al fin y al cabo como dijeran los romanos stultorum infinitus est numerus (el número de imbéciles es infinito.)